Política

Jordi Sànchez

ERC flirtea con un nuevo tripartito mientras negocia con JxCat

Tardà apela a sumar fuerzas con PSC y los «comunes» y pone el acento en el «giro social» de su partido.

Joan Tardà (derecha) junto a Gabriel Rufián (izquierda) de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados
Joan Tardà (derecha) junto a Gabriel Rufián (izquierda) de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputadoslarazon

Tardà apela a sumar fuerzas con PSC y los «comunes» y pone el acento en el «giro social» de su partido.

Aunque los números no dan para ello, día a día sobrevuela con más intensidad la reedición del tripartito en el paisaje político catalán. Es una idea que, ya durante la legislatura pasada empezó a asomar, pero que la inesperada victoria de Carles Puigdemont con JxCat tiró por la borda tras el 21-D. Y es que los tres actores que gobernaron conjuntamente entre 2003 y 2010 (PSC, ERC e ICV, ahora integrada en Catalunya en Comú), poco a poco, con mayor o menor timidez, han ido mostrándose su necesidad de entenderse.

El último que lo ha hecho ha sido ERC en plenas negociaciones con JxCat por la investidura. El respetado diputado y portavoz en el Congreso de los republicanos, Joan Tardà, se descolgó ayer con la idea de acercarse a las fuerzas de izquierda en un artículo en «El Periódico», donde apeló a poner «mirada larga» y centrar los esfuerzos de los próximos años en ampliar la base social del independentismo, y reclamó que para ello es necesario «transitar» con los «comunes» y el PSC. Aunque no precisó que este tipo de alianzas deba producirse de forma urgente –aseguró que las municipales del año que viene pueden ser un «laboratorio» para ensayar–, sí que dejó claro que la prioridad del partido republicano es la «intensificación del giro social», un señuelo para PSC y «comunes».

Toda una declaración de intenciones también porque con JxCat se antoja complicado que pueda llegar a entenderse más allá del eje nacional y por lo tanto, si acaban formando un nuevo Govern, los roces van a ser una constante, lo que puede dar al traste el ejecutivo en un plazo corto de tiempo. De esta manera, ERC se afana por ir preparando el terreno para los siguientes comicios, ya que ahora la suma de escaños de las formaciones de izquierda –ERC (32), PSC (17), «comunes» (8) y CUP (4)– no arroja una mayoría y hacen inviable un tripartito. También es cierto que, de cara a esta legislatura, PSC y «comunes» van a convertirse en actores imprescindibles para Esquerra y JxCat, que pretenden explorar apoyos más allá de la CUP.

Sin embargo este último extremo se presiente díficíl, ya que tanto Catalunya en Comú como los socialistas también son bastante reticentes a dar muestras de apoyo a un ejecutivo en el que se incluya JxCat. En el caso de los «comunes», que son el partido que más énfasis han puesto sobre la necesidad de repetir el tripartito desde la campaña electoral, siempre se han mostrado tajantes y han asegurado por activa y por pasiva que no prestarán sus votos a la candidatura de Puigdemont porque consideran que representan la herencia del PDeCAT y Convergència.

Por su parte, el PSC, por el momento no ha hecho ningún guiño a una alianza que incluya a ERC, pero el viraje de los republicanos hacia la moderación puede acabar forzando a un cambio de posición. Los socialistas parten, por ahora, como el partido más alejado, ya que internamente consideran que el fiasco en los resultados del 21-D pudo responder al tripartito y a la promesa electoral de pedir indultos si los dirigentes independentistas imputados por el «procés» acaban condenados. Es decir, que el PSC meditará mucho cualquier nueva vinculación con el independentismo.

En cualquier caso, lo cierto es que si los «comunes» habían echado en falta la atención de Esquerra, lamentando que no se hubieran puesto en contacto todavía con ellos desde el 21-D, a partir de ahora, de cara a los próximos días de negociaciones, se pueden convertir en un acto relevante.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, iniciará hoy una nueva ronda de contactos para proponer un candidato a ser investido. El primer encuentro que mantendrá será a partir de las 11.00 horas con el líder de los «comunes», Xavier Domènech. El único aspirante propuesto hasta ahora es Jordi Sánchez, número dos de JxCat y encarcelado en Soto del Real, lo que le impediría acudir a la sesión parlamentaria. Por tanto, por el momento, Torrent parece que deberá estar a expensas de la decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.