Elecciones andaluzas
Teresa Rodríguez: «El susanismo es una cosa muy alejada del socialismo»
Candidata de Adelante
- Empezó la campaña hablando de apoyar a Susana Díaz y ahora se postula como su alternativa.
Tenemos la sensación de estar creciendo sin parar y el PSOE no deja de bajar. Hay que recordar que viene de los peores resultados de su historia y va camino de empeorarlos.
Hace tres años no se planteaba ni apoyar a Díaz; ahora sí, pero asegura que no gobernaría con ella. ¿Por qué?
No, yo no me planteo apoyar a Susana Díaz. No queremos cambiar el partido de los ERE por el partido de la Gürtel. Hace tres años pusimos sobre la mesa medidas de sentido común para la investidura de Díaz que se negó aceptar. Ella eligió a Cs porque prefiere las derechas.
¿Sería una opción pedir su salida para cogobernar con el PSOE?
No somos una fuerza de cogobierno con el régimen andaluz. Y además pasa una cosa: el susanismo es como una muñeca rusa, puedes quitar a Susana, que es bastante prescindible, pero te van a aparecer todos los cargos del PSOE andaluz que están altamente profesionalizados. Es lo que llamamos susanismo, que es una cosa muy alejada del socialismo.
Todas sus propuestas tienen un revestimiento social claro: el mínimo de inversión en educación, en sanidad, la subida de salarios... ¿Como atenderá esa inversión?
Hay una parte importante que hay que confiarla a la financiación autonómica. Un Gobierno de Adelante Andalucía va a ser impenitente hasta conseguir una financiación justa, gobierne quien gobierne, ya puede gobernar Pablo Iglesias o IU. Queremos se nos devuelvan en una legislatura 16.000 millones, con los que podemos blindar la educación, la sanidad y los servicios sociales. Y hay un déficit inversor de 5.500 millones. Aquí todo el mundo se apunta a la unidad de España pero nadie defiende los fondos de compensación interterritorial, que son la base de unidad de este país.
¿Subir impuestos es una opción?
Depende de a quién se le suben. Cuando quiera la derecha, nos sentamos a hablar de bajada de impuestos, de los que pagamos todo el mundo, del IVA por ejemplo. Quienes cobran trescientos euros pagan el mismo que Amancio Ortega.
Insiste en que el problema de España no es el catalán, sino el andaluz, y tenemos muchos. Empecemos por uno: el 60% de los trabajadores gana menos de mil euros.
Hay que aumentar el Salario Mínimo Interprofesional. No lo digo yo, lo dice el Banco de España en un informe: aumentar el consumo por la vía de la dignificación de los salarios y con políticas de inversión pública tiene un efecto doble sobre la economía que las bajadas de impuestos.
Asegura que pondrá «un ejército de inspectores laborales». ¿El fraude en los contratos es el problema?
Es la norma de los contratos que se hacen. Es necesario lanzar el mensaje a la sociedad de que las administraciones no lo van a permitir y el mensaje actual es de impunidad.
Durante esta legislatura ha batallado por reducir los privilegios políticos, como las dietas de los diputados. ¿Le parece un tema fundamental para la ciudadanía?
No es que con un millón y medio que gasta el Parlamento en dietas vayamos a resolver el problema del desempleo, pero que se paguen hasta 2.500 euros al mes sin justificar ni un solo euro, además de cobrar un salario excesivo, lanza la idea a la sociedad de que somos una panda de vividores.
¿Qué tiene que ocurrir para que Andalucía camine al mismo ritmo que el resto de España?
Pues ese lugar común del cambio de modelo productivo. Seguimos teniendo dependencia de factores externos como hace cuarenta años. Parte de las rentas del turismo se van al extranjero, igual que beneficios de la agricultura, y las viviendas turísticas y el campo están siendo acaparados por fondos buitre. No hay una apuesta clara por proteger nuestro desarrollo, ahí no hay patriotismo económico del PP.
Entre provincias se percibe una gran desigualdad: hay un abismo entre quien vive en Sevilla o en Almería.
Así es. Para empezar, una medida mínima de transparencia es provincializar los Presupuestos de la Junta. No quieren que los andaluces sepan dónde prioriza la inversión. Esto es grave porque sabemos por casos judiciales, como las ayudas a los parados, que el reparto se hace con criterios partidistas. Hay esa tendencia a no dar explicaciones para repartirlos en las comarcas donde el PSOE luego consolida su poder. Eso
es gravísimo.
Lo único claro hoy es que, desde el lunes, todos tendrán que dialogar. ¿Tiene alguna línea roja en este sentido?
La única línea roja es dejar gobernar a las derechas, que es la que ha atravesado Susana Díaz ampliamente.
Por primera vez hay un escenario con la derecha fragmentada. ¿Esto beneficia a su coalición?
No sé que decirle, porque si el pago que hay que hacer es la aparición de la extrema derecha, casi prefería a la derecha unida. Me parece muy irresponsable la actitud de Susana Díaz de hacerle la campaña a Vox, que espero
que no tenga cabida en la próxima legislatura.
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