Política

Tesis de Pedro Sánchez

Tesis de Sánchez: «Un software no es suficiente, hace falta la supervisión de un docente»

Expertos niegan un «concepto numérico» como resultado final: «No es un control de alcoholemia».

LA RAZÓN ha recurrido al software Viper para examinar la tesis doctoral de Pedro sánchez y ha detectado un porcentaje de plagio del 14%
LA RAZÓN ha recurrido al software Viper para examinar la tesis doctoral de Pedro sánchez y ha detectado un porcentaje de plagio del 14%larazon

Expertos niegan un «concepto numérico» como resultado final: «No es un control de alcoholemia».

La herramienta utilizada por el Gobierno como método único para descartar que Pedro Sánchez haya cometido plagio en su tesis doctoral es descartada por profesores de universidades expertos en detectar fraudes en los trabajos y por uno de los dos softwares utilizados para explorar el trabajo del líder del Ejecutivo, Turnitin.

Javier Baró, de la UOC, explica que ante el análisis de una tesis se tienen en cuenta dos conceptos, la originalidad del trabajo y autoría. En el primer apartado, una herramienta informática no es suficiente: «Imaginemos que un autor copia un texto pero lo único que hace es modificar palabras clave. Un software no tiene capacidad de interpretación para detectarlo. También puede ser al contrario, que considere plagio fragmentos que estén debidamente citados en la bibliografía». En el segundo punto, la autoría, se tiene en cuenta la estilometría, o lo que es lo mismo, comprobar que la forma de escribir del autor se corresponda con la del trabajo en sí. «En este sentido las máquinas funcionan muy mal todavía. Queda mucha investigación y sólo un ojo humano puede percibirlo», asegura. «El software sólo busca un contraste de texto similar con otro similar. Hay otros muchos indicios que no analiza y que deben ser tenidos en cuenta, no pueden hacer un análisis 'forense' lingüístico», corrobora su colega de universidad Jordi Durán. Llama la atención que no solamente los expertos tengan esta opinión, si no que el responsable de Turnitin en la Península Ibérica, Lluis Val, mantenga la misma tesis. «Nunca podremos decir qué es un plagio basándonos en un concepto numérico, es imposible», asegura. «Estamos hablando de muchos matices de gris entre blanco y negro. Es imprescindible un matiz humano y esto lo hacen los expertos de las universidades y ellos deciden la política de evaluación. Nosotros nunca nos implicamos en la valoración ni qué es considerado plagio. No existe una respuesta. Si bien es obvio que si detectamos un documento con un 90% nos preocuparemos mucho más que si hay un 13%. Pero ningún número es indicativo que se ha cometido plagio. El sistema no es un test de alcoholemia».

Turnitin ha detectado un porcentaje de plagio del 13%, mientras que PlagScan del 0,96%. Una diferencia considerable de resultados. Los expertos señalan que el porcentaje para determinar qué trabajo se considera un plagio es variable en función de la temática. «Es que insisto en que un porcentaje numérico te orienta, pero no es exacto», afirma Baró tras la pregunta.

Ricardo Palomo, catedrático de Economía Financiera de la Universidad CEU San Pablo, considera que la herramienta tecnológica puede confundir plagio con referencias de citas, cuando, a su juicio, un trabajo con muchas de ellas es que es de calidad porque la labor de documentación ha sido exhaustiva. Asegura que no habría hecho falta recurrir a un control informático posterior si el tribunal hubiese estado formado por personas con más peso académico. «A nadie se le ocurre poner un tribunal de ese estilo porque se ríen de ti», dice en conversación con este periódico. «Lo habitual es que al menos dos de los cinco miembros sean catedráticos», explica, «y que tengan más madurez. No he ido a ningún tribunal en el que todos tengan edades similares, ni que hayan leído una tesis el año anterior, los hay incluso que tienen un sexenio de investigación. Eso es lo que da fiabilidad a un trabajo», asevera.