Declaración
Una testigo del asesinato del juez Querol sitúa a una terrorista en el atentado
Las víctimas pretenden que precise en un reconocimiento fotográfico si se trata de la etarra Ana Belén Egüés
Una testigo presencial del atentado con el que ETA asesinó el 30 de octubre de 2000 en Madrid al magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol ha ratificado hoy ante el juez de la Audiencia Nacional la declaración que prestó en su día a la Policía, cuando situó a una mujer en las inmediaciones del lugar de los hechos que, según Dignidad y Justicia, podría tratarse de la etarra Ana Belén Egüés. La acusación popular quiere que esta testigo realice un reconocimiento fotográfico para determinar si identifica a la terrorista, una diligencia sobre la que, sin embargo, aún no se ha pronunciado el instructor.
Pedraz investiga a Ana Belén Egüés y a otros siete etarras -Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach, Iván Apaolaza, Oier Goitia, Javier García Gaztelu, "Txapote", Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica- por su supuesta responsabilidad en el atentado -en el que también perdieron la vida su escolta y su chófer, además de un conductor de la EMT-, algunos de ellos en su calidad de exdirigentes de la banda terrorista.
Esta testigo aseguró a la Policía el 31 de octubre de 2000 que desde la ventana de su domicilio vio "a un hombre que iba en sentido contrario al lugar de la explosión, sin prestar atención" a lo sucedido y con "un objeto pequeño" en la mano "parecido a un teléfono móvil" (que, según DyJ, se trataría supuestamente de Gorka Palacios con el detonador del explosivo en la mano), a quien estaría esperando otro supuesto terrorista en un Seat Ibiza de color blanco. Además, aseguró a los agentes que una mujer "llegó al lugar donde estaba estacionado el vehículo entrando por el lado del copiloto y marchándose del lugar" junto con los otros dos ocupantes.
Un etarra huía en dirección contraria
Otro de los testigos, que también se ha ratificado en su testimonio policial, dijo a los agentes que 24 horas antes del atentado le llamó la atención la presencia en las inmediaciones del lugar del atentado de un joven de unos 28 a 30 años, de complexión delgada pero fuerte, "con unas gafas de sol oscuras de montura muy grande" y "pelo oscuro y frondoso que no parecía natural sino peluca" que "daba la impresión que se estaba moviendo de arriba abajo", y a quien volvió a ver por la noche "justo donde hizo explosión al día siguiente el coche". Un hombre que, aseguró, se parecía al que fue grabado por las cámaras de seguridad de la FNAC y que podría tratarse de uno de los miembros del "comando".
Otra testigo también se ha referido a que el día del atentado contra el juez Querol se cruzó con un hombre que "venía en actitud tranquila y miraba hacia atrás", tal y como ya contó a la Policía tras el atentado, llamándole la atención que lo hiciera en dirección contraria al lugar de la explosión. Sin embargo, esta mujer no identificó a ningún etarra cuando se llevó a cabo un reconocimiento fotográfico.
La cuarta compareciente, que también se cruzó con ese hombre según testificó ante la Policía, ha dicho sin embargo que no se acuerda de lo que declaró porque han pasado más de veinte años y que en todo caso no podría identificarlo.
Dignidad y Justicia afirmaba en el escrito en el que respaldó estas comparecencias que "un gran número de testigos presenciales" del atentado contra el juez Querol identificaron a una mujer que respondía a los rasgos físicos" de Ana Belén Egüés.
La hija de Querol declara mañana
La acusación justificó la diligencia -solicitada también por la Fiscalía- en que varios testigos presenciales identificaron ante la Policía "a dos hombres y una mujer" en el lugar del atentado "que bien pudieran ser los investigados Ana Belén Egüés, Gorka Palacios y Juan Luis Rubenach". De ahí que pidiera a Pedraz que los citara a declarar, como ha hecho finalmente, para ratificar "la identificación que hicieron en sede policial de determinados sujetos en el lugar de los hechos", cuya descripción física -recalca la abogada de la asociación, Vanessa Santiago- "coincide con la de estos tres investigados".
Mañana, el instructor interrogará a otros dos testigos presenciales del atentado. Aunque estaba prevista también la comparecencia del etarra Ibon Echezarreta, exintegrante del "comando Erezuma" -quien junto a Luis María Carrasco robó una troqueladora, por orden del entonces jefe "militar" de ETA Javier García Gaztelu, "Txapote", con la que se confeccionó la matrícula falsa del coche bomba utilizado en el atentado-, finalmente esta no se llevará a cabo según fuentes jurídicas.
El magistrado sí escuchará mañana, a petición propia, a Amelia Querol, la hija del que fuera juez del Tribunal Supremo, que ejerce la acusación particular en la causa en calidad de perjudicada.
En un auto del pasado 21 de abril, Pedraz acordó emitir una OEDE ampliatoria a Francia para pedirle autorización para "el enjuiciamiento" de los etarras Juan Luis Rubenach, Ainhoa Múgica, Javier García Gaztelu, "Txapote", y Juan Antonio Olarra Guridi, cuatro de los ocho terroristas a los que investiga por el asesinato del magistrados.
Las agendas del "comando Buru Hauste"
Asimismo, en esa resolución también solicitó a la Guardia Civil -a instancias de la Fiscalía- que aclarase si en alguna de las agendas manuscritas incautadas al "comando Buru Hauste", responsable del atentado, "se hacía referencia" a Querol y que precisase si en el mapa de Madrid con objetivos de ETA señalados (entre ellos Querol), que fue incautado en un piso de Merignac (Francia), y en el que se hallaron huellas del exjefe de ETA Aitzol Iriondo y de Joseba Troitiño, se hace referencia a "nombres y cargos exclusivos de la Comunidad de Madrid o era general".
Del mismo modo, el instructor está pendiente de que el Instituto Armado esclarezca "dónde fue hallada" la troqueladora utilizada para falsificar las placas de matrícula del coche bomba con el que ETA asesinó a Querol y si en un vehículo vinculado al "comando Buru Hauste" hallado en Salamanca "se encontraron huellas dactilares".
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