Asturias
Todas las miradas sobre la Infanta
La hija menor de Don Juan Carlos fue ayer la segunda protagonista del día. Junto al núcleo duro de la Familia Real –Sus Majestades los Reyes y los Príncipes de Asturias– y la Infanta Elena, Doña Cristina entró en la Capilla Real sonriente, sin la compañía de Iñaki Urdangarín ni ninguno de sus hijos, ya que no pudieron compatibilizar su compromiso escolar con el acto en honor de Don Juan. Doña Cristina saludó al capellán, se santiguó frente al altar y ocupó su asiento en la primera fila, junto al resto de los miembros de la Familia Real. Durante todo el acto, la hija menor del Rey –en la misma semana en que Hacienda le adjudicó la venta de 15 fincas por una «equivocación» en la identificación de su DNI– , se mostró relajada, sentada al lado de su sobrino, el Infante Froilán –el único de los nietos directos del Rey que asistió a la ceremonia–, con quien intercambió confidencias en más de una ocasión. Tras la misa, Doña Cristina se unió a la copa posterior que se ofreció en el Palacio Real junto al resto de los asistentes.
A pesar de la presencia de las más altas instituciones, fuentes de Zarzuela insistieron en que predominó el carácter familiar en el acto de ayer. «Si fuera oficial, el formato sería diferente, la familia no hubiera ocupado el lugar principal en la fila de bancos». Por lo que Doña Cristina asistió a la ceremonia en honor de su abuelo en calidad de hija del Rey. Lo que significa que, con este acto, Doña Cristina no recupera su agenda institucional, algo en lo que la Casa Real insistió. La actividad institucional de la Infanta, interrumpida desde el día de la Fiesta Nacional, en octubre de 2011, fue la última vez que los duques de Palma acudieron juntos a un acto institucional. El matrimonio, por no perjudicar a la imagen de la Familia Real desde que se destapó el «caso Nóos», ha procurado no aparecer públicamente junto al resto. Fuentes cercanas a la Familia informaron a este periódico de que la hija menor del Rey estaba «preocupada» porque los acontecimientos pudieran perjudicar a su familia. El año pasado, a raíz de la operación de cadera de Don Juan Carlos, Urdangarín acudió a visitar a su suegro al hospital, suscitando el gesto un gran revuelo social, a pesar de que el Jefe de Estado estuvo informado. Fuentes cercanas a la Infanta informan de que, entre otros motivos, es por esto que el duque no acompañó ayer a la Infanta.
El futuro de los duques de Palma desde que regresaron de Washington es incierto. En la actualidad, aunque a falta de confirmar por parte de la Casa Real, según informan personas cercanas a la Familia, el matrimonio podría estar buscando residencia en un país europeo.
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