Sánchez adelanta al 20 su viaje sin cerrar una cita con Torra

El Govern descarta la reunión en la Generalitat si no es una cumbre entre gobiernos.

Arranca diciembre y la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra sigue en el aire. El encuentro parecía cerrado para el 21 de diciembre –cuando Moncloa trasladará el Consejo de Ministros a Barcelona–, al menos para Sánchez que ya dejó claro que «si quiere» Torra, se verían «en los prolegómenos» del mismo. Es más, el presidente del Gobierno viajará a la ciudad el día previo, el jueves 20, y desarrollará una agenda propia que podría allanar la posibilidad del encuentro. Sin embargo, la cita que dan por hecha en el Ejecutivo no tiene su reflejo en el Govern, que se muestra «sorprendido» por las pretensiones gubernamentales.

Las expresó ayer la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, asumiendo que el encuentro se realizará, pese a que no haya mediado una comunicación «de forma oficial» entre ambos dirigentes. En Moncloa se aferran a la invitación que Torra le hizo al presidente en julio y presumen de que «la relación es muy fluida» y «no hay problema».

Una visión que no concuerda con la que sostiene la Generalitat, que quiere dar una pátina de oficialidad a la reunión, por lo que la número dos del Ejecutivo se vio obligada a puntualizar que «si hace falta, cursaremos la invitación de forma más protocolaria». Ya cuando trascendió esta cita, desde el entorno de Torra se apresuraron a aclarar que tiene toda la predisposición para reunirse y abordar todos los temas, algo que se mantiene, aunque lo que no pasan por alto en la Generalitat es el formato del vis a vis, que quieren asemejarlo al de la Moncloa.

No obstante, para el Gobierno lo prioritario de este encuentro es dotarlo de «total normalidad» para intentar desligarlo de las negociaciones que se mantienen abiertas, aunque ciertamente cegadas, con los partidos soberanistas para sacar adelante los Presupuestos. En este sentido, se apela a que se utilizaría un formato similar al de la reunión del Gabinete en Sevilla el pasado 26 de octubre, donde Sánchez también aprovechó para citarse con la presidenta Susana Díaz en el Palacio de San Telmo. «No hay excepcionalidad, será el mismo formato que se aplique en otros lugares», dijo Calvo.

A este «formato» también recurren en el Gobierno para descartar la opción de una cumbre entre gobiernos que proponen desde la Generalitat, que quiere evitar que la cita acabe diluida en una fotografía.

Esta opción, la única que habían ofertado desde Cataluña, volvió a ser rechazada ayer por Carmen Calvo, apoyándose en que «es poco adecuado» porque este tipo de reuniones se celebran entre presidentes, porque eso «forma parte del respeto a nuestro modelo constitucional».