Política

El desafío independentista

Torra dicta un pacto con ERC en su pueblo

Llama por teléfono a su candidata para que vote con los republicanos y rompa el acuerdo que había sellado con el PSC para gobernar

La candidata de JxCat, Susagna Riesa, junto al de ERC, Joan Martí, en Santa Coloma de Farners
La candidata de JxCat, Susagna Riesa, junto al de ERC, Joan Martí, en Santa Coloma de Farnerslarazon

Llama por teléfono a su candidata para que vote con los republicanos y rompa el acuerdo que había sellado con el PSC para gobernar.

Los pactos postelectorales no han hecho más que dejar constancia de la tensión que palpita en el seno del independentismo justo en un momento en que, precisamente, Quim Torra ha iniciado una ronda de contactos con partidos y entidades separatistas para recuperar la unidad de cara a formular una respuesta a la sentencia del juicio por el «procés». En algunos municipios, la orientación de los acuerdos que han tomado ERC o JxCat han dejado sonoras divisiones. Entre ellos, el ejemplo que mayor visibilidad ha alcanzado es Santa Coloma de Farners (Gerona), ciudad en la que reside parte de la familia del president –su hermana– y donde llegó a intervenir.

La controversia arrancó a raíz de la voluntad inicial de JxCat por fraguar una mayoría alternativa con el PSC e Independents per la Selva –un grupo de independientes– para birlarle la alcaldía a ERC. Las elecciones del 26 de mayo dieron la victoria a los republicanos, que cosecharon seis concejales, uno más que los neoconvergentes. Independents per la Selva logró dos concejales; el PSC; y, Guanyem, 2. El consistorio está compuesto por 17 ediles –la mayoría absoluta está situada en nueve–. Ante el plan de la candidata de JxCat, Susagna Riera, de pactar con el PSC, Torra se activó y llamó a Riera para que rectificara y pactara con ERC. La sesión empezó a las 12 horas y, tras las interrupciones, acabó de madrugada. Tras horas de negociaciones, el desenlace fue un pacto independentista: compartirán la alcaldía –los dos primeros años serán para JxCat y los otros dos para ERC (Joan Martí)–.

El Pleno estuvo en todo momento marcado por la crispación. Un grupo de vecinos se coló en la sesión e increpó de forma reiterada a Riera, al grito de «No nos representas» y «Libertad presos políticos». Pero el episodio de protesta más destacado lo protagonizó la hermana de Torra, que también estaba presente, y mientras Riera estaba interviniendo, se levantó y descolgó el retrato del president que hay en la sala de plenos. Una circunstancia ante la que Riera, visiblemente desbordada por la situación, respondió y avisó: «Aquí ha habido unas personas que han actuado y si fueran otras le hubieran caído una denuncia porque no se pueden quitar los cuadros».

La candidata de JxCat, en una de sus intervenciones, argumentó el rumbo que había tomado porque había hablado con Carles Puigdemont y el ex president le había comunicado que Torra «no gobierna en Santa Coloma de Farners», por lo que le había dado carta blanca para decidir con quién gobernar.

Pero no solo Santa Coloma de Farners –13.000 habitantes y además la capital de la comarca de La Selva–, sino que también registraron episodios parecidos Sant Cugat (Barcelona) o Figueras (Gerona). En Sant Cugat (90.000 habitantes), un pacto entre ERC, PSC y la CUP echó de la alcaldía a los neoconvergentes tras 32 años de gobierno, a pesar de que había vencido JxCat. Una entente de izquierdas también se produjo en Figueras para impedir que gobernara JxCat, donde también había vencido.