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Torra consuma su ultimátum y no apoyará los Presupuestos

ERC y el PDeCat se alinean con el president y retiran el apoyo parlamentario al Gobierno

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, a su llegada al acto en el que el independentismo conmemora el primer aniversario del encarcelamiento de miembros del anterior Govern / Foto: Efe
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, a su llegada al acto en el que el independentismo conmemora el primer aniversario del encarcelamiento de miembros del anterior Govern / Foto: Efelarazon

ERC y el PDeCat se alinean con el president y retiran el apoyo parlamentario al Gobierno.

Las acusaciones de la Fiscalía contra los líderes políticos independentistas enterraron ayer las pocas opciones que tenía Pedro Sánchez de aprobar los presupuestos. Las formaciones separatistas, que habían condicionado sus votos a algún movimiento del Gobierno en la causa del «procés» o alguna oferta en materia de autodeterminación, cerraron la puerta a cualquier entente con el ejecutivo socialista, algo que ya durante las últimas dos semanas se había enfriado. Tanto ERC como el PDeCat coincidieron en que, tras los escritos del Ministerio Público, ya no queda margen para la aprobación de las cuentas y, desde algunos sectores, empezaron a surgir voces de peso cuestionando el apoyo a Sánchez en la moción de censura.

El más contundente, en este sentido, fue Quim Torra. El president recordó y confirmó el ultimátum que planteó hace un mes a Sánchez –si no había una propuesta de referéndum para Cataluña antes de noviembre, el independentismo retiraría el apoyo al Gobierno en el Congreso–. «Hoy tenemos la respuesta del Estado con más de 200 años de prisión. Le retiramos nuestro apoyo y no votaremos sus presupuestos», afirmó Torra por la tarde durante la protesta que convocó la Asamblea de Trabajadores en Defensa de las Instituciones Catalanas (ADIC) a las puertas del Centro Penitenciario de Lledoners –donde se encuentran encarcelados los dirigentes secesionistas salvo Dolors Bassa y Carme Forcadell–, que secundaron los principales partidos y las entidades separatistas.

Por la mañana, el president, en una declaración conjunta con el presidente del Parlament Roger Torrent tras reunir de forma extraordinaria a todo su Govern, también se mostró contundente con Sánchez y le tildó de «cómplice de la represión». En la misma línea, y en una muestra de unidad discursiva, se expresó el vicepresidente del Govern y hombre fuerte de ERC, Pere Aragonès. «Sin ningún gesto ni movimiento del Gobierno, es imposible ningún gesto por nuestra parte», afirmó Aragonès, quien también equiparó ya sin tapujos «la línea represiva de Sánchez» con la del anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Por su parte, el líder del PDeCat, David Bonvehí, vino a confirmar las palabras de Torra y avanzó un «no rotundo» en los presupuestos. De esta manera, por si pudiera quedar margen para la duda –como así sucedió hace un mes cuando Torra planteó el ultimátum, donde ERC y algunos sectores del PDeCat se desmarcaron–, el independentismo cerró filas.

En cualquier caso, durante los últimos días, en el seno separatista se había empezado a descartar sin fisuras la aprobación de los presupuestos en España –a pesar de que podría convenir para tratar de salvar a Sánchez como mal menor en la Moncloa–. Si bien, más allá de esta ruptura de las fuerzas secesionistas con el Gobierno, el Govern evitó pasar a la acción, algo que no ocurrirá hasta la sentencia –donde la respuesta más posible sea la convocatoria de elecciones–. Mientras tanto, sectores de la CUP plantearon ayer una huelga general como la del 3 de octubre, que consiguió aunar a todas las fuerzas favorables al derecho a decidir.

Finalmente, voces de peso como el portavoz de JxCat y alcalde del PDeCat en Valls, Albert Batet, se preguntaron de qué ha servido aupar a Sánchez a la Moncloa: «La misma política pero con buenas palabras».