Torra ofrece diálogo a Rajoy pero con fidelidad al 1-O

El presidente catalán envía una carta al presidente del Gobierno y estudia qué consellers tomen posesión desde prisión.

Solo 24 horas después de tomar posesión como presidente de la Generalitat, Quim Torra debutó en el terreno epistolar con una carta dirigida al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque en las últimas horas se había referido a la necesidad de abrir un «diálogo sin condiciones» con la Moncloa, algo que volvió a precisar ayer, lo cierto es que en la misiva advirtió de que su proyecto político como titular de la Generalitat pivotará en torno a la fidelidad al referéndum ilegal del 1 de octubre. Según apuntó Torra, defenderá durante su mandato el programa de Govern con el que obtuvo una mayoría parlamentaria para ser investido, y éste, consistirá en ser leal a los resultados del 21-D, es decir, «fiel a la expresión democrática del 1 de octubre y a su resultado». Esta afirmación, en todo caso, podría ser interpretada como un guiño a la CUP, muy irritada por la voluntad de Torra por tender la mano al Estado.

En la carta, el president pide a Rajoy un encuentro con el «respeto institucional mutuo, con la predisposición a hablar de todo, sin límite temporal y con el formato que convengamos más oportuno» y se limita a recordar el contexto político en que se encuentra Cataluña con políticos presos. Con este escenario, ayer trascendió que Torra está estudiando cómo nombrar a los consellers que están encarcelados o fugados. Ahora mismo cuatro ex miembros del Govern mantienen su voluntad por ser restituidos en sus antiguos cargos (Lluís Puig en Cultura, Toni Comín en Sanidad, Jordi Turull en Presidencia y Josep Rull en Territorio).

Si bien, el escollo que deberían sortear los independentistas para materializar ese planteamiento es la jura del cargo de los consellers, aunque parece que la plataforma de Puigdemont ya tiene diseñada una solución, según avanzó ayer el diputado Francesc de Dalmases en una entrevista en «La Xarxa». Esta pasaría por el desplazamiento de Torra hasta la cárcel o Bélgica (donde se encuentran los fugados) para que así los miembros del Govern puedan tomar posesión.

Sin embargo, este plan contaría con un gran inconveniente para su concreción. Y es que tal y como en la toma de posesión del presidente de la Generalitat es obligatoria la presencia del presidente del Parlament para dar fe del acto, en la toma de posesión de los consellers la figura esencial es el secretario de Govern, Victor Cullell. En este caso, Cullell también se debería desplazar junto a Torra a la cárcel y mantener un vis a vis con los consellers para que puedan jurar el cargo Rull y Turull, una operación que se antoja complicada por la estricta regulación penitenciaria en materia de visitas.

Pero más allá de la promesa del cargo, Torra se daría de bruces con otro impedimento, como son los comisionados que quiere impulsar para que desempeñen las funciones y labores de los consellers encarcelados o fugados. Si bien, para ejercer, estos comisionados deben obtener luz verde en el Parlament. Como ahora mismo no existe esta figura, el Govern debería crearla mediante decreto y después convalidarlo en la cámara catalana, algo que se presume difícil teniendo en cuenta las actuales mayorías parlamentarias –la CUP ha pasado a la oposición y JxCat y ERC, sin el voto delegado de Comín, suman 65 diputados, los mismos que las fuerzas no independentistas (C's, PP, PSC y «comunes»)–. Algo así ocurrió en la legislatura pasada con la creación de la cartera unificada de vicepresidencia y conselleria de Economía para Oriol Junqueras –el Govern tuvo que emitir un decreto y después ser convalidado en el Parlament–. En todo caso, Quim Torra visitará el lunes a los políticos encarcelados, y todo apunta a que el miércoles serían nombrados El jueves o viernes, daría cuenta en el Parlament.