Caso Nóos

Torres intenta implicar a la Casa Real con más correos

Remite al juez otra remesa de mensajes en los que Urdangarín pondría al corriente de su actividad en Nóos al secretario de las Infantas

Urdangarín y dos de sus hijos vieron ayer en Barcelona el Rusia-Eslovenia de balonmano
Urdangarín y dos de sus hijos vieron ayer en Barcelona el Rusia-Eslovenia de balonmanolarazon

El ex socio de Iñaki Urdangarín en el Instituto Nóos, Diego Torres, remitió ayer al juez José Castro a través de su abogado, Manuel González Peeters, una nueva remesa de correos electrónicos en su afán por implicar a la Casa Real en la investigación del supuesto desvío de 5,8 millones de euros de dinero público por parte de los rectores de esa asociación sin ánimo de lucro entre 2004 y 2007. Según confirmaron fuentes jurídicas, se trata de casi una docena de correos electrónicos de los años 2003 en adelante en los que el duque de Palma pondría al corriente a Carlos García Revenga, secretario de las Infantas Elena y Cristina, de su actividad en el Instituto Nóos.

García Revenga fue tesorero del Instituto Nóos cuando Urdangarín era su presidente (entre septiembre de 2003 y marzo de 2006, cuando renunció a instancias, precisamente, de la Casa del Rey) y la Infanta Cristina vocal de la Junta Directiva.

El duque de Palma explicó en su declaración ante el juez en febrero del pasado año que su designación obedeció a la «necesidad de aportar una persona de su confianza» a los órganos rectores de Nóos, aunque precisó que García Revenga no disponía de «poder dispositivo alguno» en la asociación puesto que su cargo era «simbólico», algo que ahora pretende cuestionar Torres con esos correos electrónicos. Del mismo modo, aseguró al instructor que no comunicó este hecho a la Casa del Rey porque «era conocido que participaba en una serie de fundaciones y que no le impedían ejercer sus funciones de asesor».

El sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en el proceso, ya solicitó sin éxito al juez Castro la citación como testigo de García Revenga. Sin embargo, en esta ocasión las fuentes consultadas no descartan que ahora sí sea citado a declarar ante el magistrado, incluso como imputado, para aclarar si tuvo más responsabilidad en Nóos de la que Urdangarín le atribuye.

En un auto del 13 de marzo del pasado año, el magistrado rechazó esa citación remitiéndose a idénticos argumentos que él mismo había esgrimido unos días antes (el 5 de marzo) para negarse a llamar a declarar como imputada a Doña Cristina.

«El solo hecho de participar en un ente asociativo sin ejercer en el mismo funciones ejecutivas no genera para el simple partícipe responsabilidad criminal por los hipotéticos delitos que pudieran cometer sus directivos en el ejercicio de sus facultades de dirección», hizo hincapié entonces Castro para no tomar declaración a la Infanta en el procedimiento judicial. Y es que el juez mantiene, al igual que el fiscal de Anticorrupción Pedro Horrach, que «la única dirección de dicha asociación era la bicefalia asumida por don Diego Torres y don Iñaki Urdangarín».

Informe policial

No es la primera vez que Torres intenta dar un giro a la investigación para intentar implicar a la Casa Real en el «caso Nóos». De hecho, sus reiterados envíos de correos electrónicos al juez en los que pretendió sin éxito involucrar a la Infanta Cristina, e incluso a el Rey, en las actividades de Urdangarín llevaron a la Fiscalía Anticorrupción a encargar a la Policía que analizara los mensajes enviados por Torres entre los años 2004 y 2009 desde su cuenta on-line.

De esa tarea se encargó la unidad de delitos informáticos de la Policía, que tras analizar miles de correos no halló rastro de mensajes amenazantes del ex profesor de Esade a Urdangarín, esgrimiendo datos supuestamente comprometedores para la Familia Real.

El abogado de Torres negó que hubiese realizado «presión alguna, ni directa ni indirecta, ni ante la Fiscalía ni ante nadie» para obtener un supuesto trato de favor utilizando para ello correos remitidos por el duque de Palma «relativos a personas de la Casa Real». El letrado llegó a denunciar que esas imputaciones de chantaje sólo perseguían «el escarnio» y su desprestigio «social y profesional» y tachó esa acusación de «mendaz, zahiriente» y «absolutamente falsa» dado que la Policía ya había analizado todos los correos de su cliente.

El ex socio de Urdangarín, Diego Torres, remitió ayer al juez Castro una nueva remesa de correos electrónicos para implicar a la Casa Real