
«De oposición a alternativa»
Tres días de confinamiento político para los barones del PP
El objetivo de Génova es afinar el asalto a La Moncloa y poner sordina a cualquier amago de diferencia

La fecha ya está marcada en el almanaque. Viernes 26, sábado 27 y domingo 28 de septiembre. Según ha podido saber en exclusiva LA RAZÓN por fuentes populares, Alberto Núñez Feijóo volverá a citar a sus barones territoriales para un tercer «retiro», que esta vez servirá no solo para afinar la estrategia nacional de la formación y la reacción a la agenda política del Gobierno de Pedro Sánchez, sino para preparar el próximo ciclo electoral, que ya se deja ver en el horizonte con los comicios de Castilla y León en marzo y las andaluzas de junio. Si es que no hay un adelanto técnico que aglutine las dos citas autonómicas.
El presidente popular protagonizará con sus presidentes autonómicos dos jornadas de trabajo en un punto todavía por determinar justo antes de un otoño que se avecina «caliente». De anfitrión podría ejercer Alfonso Fernández Mañueco. Será el primero en someterse a las urnas y ahora se encuentra inmerso en la tarea de reconstruir las zonas afectadas por los peores incendios de la región en lo que llevamos de siglo. Una crisis que tanto el Gobierno como el PSOE han tratado de utilizar para intentar debilitarlo en su carrera hacia la reelección.
Consciente de que una de sus fortalezas es el poder territorial, Feijóo se encerrará otra vez con los presidentes autonómicos para profundizar en una «España paralela» al «sanchismo». La estrategia, que consiste en alumbrar medidas que sirvan de sello distintivo, comenzó en Córdoba, en marzo de 2024. Allí se firmó una primera declaración. Después, llegó Asturias, en enero de este año.
Ahora hay varios frentes abiertos. Por un lado, proseguir en la transformación del partido. «De oposición a alternativa». Para ello, como avanzó este periódico, Feijóo ha pedido a todos sus vicesecretarios que desarrollen un programa de gobierno real. Este lunes, en un comité de dirección extraordinario, que tuvo lugar en Aranjuez, anunció que en los próximos tres meses presentará tres planes.
El primero, de regeneración democrática. El segundo, sobre inmigración. Y un tercero en defensa del campo. Todos ellos contarán con la participación de los barones. Especialmente el migratorio y el agrario. La idea es alumbrar iniciativas legislativas que sirvan para el Congreso de los Diputados y el Senado y que se pueden aplicar en las autonomías.
La quita de la deuda
Además, el otro gran frente es la reacción a las cesiones del Gobierno al independentismo. Este martes, el Consejo de Ministros dará luz verde a una quita de la deuda de 83.000 millones de euros para el conjunto de comunidades.
En realidad, se trata de otra prebenda más de las muchas que en su día capituló el PSOE con los independentistas catalanes para la investidura de Pedro Sánchez y que el Gobierno ahora quiere hacer extensiva al resto de territorios, con el objetivo de neutralizar el discurso del agravio.
Pero las posiciones son firmes en el PP. «Lo tenemos todos claro», asegura un presidente. «Es una burla», sintetiza otro. No habrá, por tanto, disidencias entre los presidentes populares. Todos han cerrado filas con la posición que en su día marcó Feijóo y ni siquiera se les pasa por la cabeza morder la manzana de María Jesús Montero. La vicepresidenta y ministra de Hacienda jugará con la frágil situación financiera de algunos territorios, caso de la Comunidad Valenciana, para intentar quebrar la unidad dentro del PP.
Pero será en balde. Porque todos entienden que se les quiere utilizar para tapar los beneficios a Cataluña que, según los cálculos, eliminaría de un plumazo los 17.000 millones que tiene que devolver al Estado por el fondo de liquidez autonómica. Moncloa asegura que el mecanismo que aprobará mañana no incluye ningún privilegio para la región catalana y afila el argumentario para presionar al PP.
Desde el equipo de Montero ven «difícil» que las comunidades no acepten una condonación que podría aliviarles entre 6.500 y 7.000 millones de euros, según los números de Hacienda. La mejor parada, en base a los números difundidos por el Ejecutivo, sería Andalucía con una condonación de 18.791 millones.
Aunque la Junta no piensa lo mismo y denuncia que no habrá «ni un euro más para invertir en Andalucía», sino que se trata de un saneamiento que solo arregla el problema a las comunidades más endeudadas. En el próximo retiro, los barones y Feijóo estudiarán la reacción judicial tanto a la condonación de la deuda como al «cupo catalán».
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