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Rajoy se ofrece a Trump como interlocutor de EE UU en Europa y América Latina

Rajoy y Trump, tal y como habían avanzado la Moncloa y la Casa Blanca, han mantenido una conversación durante quince minutos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Oval
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Despacho Ovallarazon

El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha trasladado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que España está en las mejores condiciones para ser un interlocutor de su país en Europa y América Latina, así como en el Norte de África y Medio Oriente.

Moncloa dio ayer un paso más en su apuesta estratégica por preservar las relaciones con la Administración norteamericana a pesar de la alarma generada por algunas decisiones del presidente de Estados Unidos (EE UU), Donald Trump. La conversación entre Trump y el presidente español, Mariano Rajoy, se produjo a iniciativa de la Casa Blanca, y desde Moncloa la enmarcaron en los contactos que Trump está manteniendo «con los líderes de los países amigos y aliados de EE UU en el mundo». La coordinación de la llamada se hizo a través del Gabinete de la Presidencia del Gobierno y la Casa Blanca.

Fuentes oficiales confirmaron que durante la conversación, programada el pasado lunes, y que duró unos 15 minutos, Rajoy y Trump intercambiaron impresiones sobre seguridad y defensa. El presidente de EE UU se interesó por la situación económica de España, por las consecuencias del Brexit y por el futuro de Europa. También explicitó, según las citadas fuentes, el apoyo y el afecto de los americanos al pueblo español. La conclusión en Moncloa es que Trump «busca estrechar la relación con España y con Rajoy».

La conversación telefónica tocó alguno de los ejes de las relaciones entre los dos países, y cuestiones de la agenda internacional como la política de seguridad y defensa, con la lucha contra el yihadismo como telón de fondo. Pero, sobre todo, sirvió para confirmar el compromiso de las dos partes por afianzar las relaciones bilaterales y preservar los lazos transatlánticos dentro de una relación bilateral en la que no pasaron por alto las bases conjuntas de Rota y Morón.

Cordial conversación con @POTUS para seguir fortaleciendo las relaciones en beneficio de nuestros pueblos. Somos países aliados. MR

El presidente español aprovechó para trasladarle el mensaje de que España, con un Gobierno «estable y una economía que crece a más del 3 por 100», está en las mejores condiciones para ser un interlocutor de su país en Europa y América Latina, así como en el Norte de África y Medio Oriente. Asimismo, también le explicó su convicción respecto a Europa de que en los próximos meses se fortalecerá el proceso de integración y que España trabajará con ese objetivo. Fuentes del Gobierno español explicaron que había sido una conversación muy cordial, en la línea del primer contacto después de la victoria electoral de Trump, el pasado 12 de diciembre.

En aquella primera conversación Rajoy ya le expresó su convencimiento de que es necesario impulsar en España y en Europa un crecimiento económico sostenido que permita crear empleo y reducir la brecha de la desigualdad social. Mientras que Trump hizo llegar a Rajoy «su enorme afecto por el pueblo español», en la línea de lo que también ayer destacó Moncloa en un comunicado oficial.

Rajoy visitó Nueva York en diciembre para presidir una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU y entonces aseguró que no tenía «ninguna duda» de que con Trump al frente de la presidencia de EE UU las relaciones entre los dos países se mantendrían o, incluso, se podrían mejorar.

El Gobierno español ha optado por la prudencia en su respuesta a las primeras decisiones de Trump. En una estrategia que han explicado en la necesitad de mantener una actitud responsable y vigilante con los intereses nacionales, más allá del ruido estrictamente declarativo. Una posición de cautela y una apuesta por no entrar en la pugna por ver quién responde con más contundencia a las declaraciones o tuits más controvertidos del presidente norteamericano. Esto le ha valido a Rajoy la reacción en contra de toda la oposición, pero él se ha mantenido firme en su decisión de no dejarse llevar por la competición por ver quién contesta con más dureza al caos de las primeras medidas ejecutadas por Washington. Pese a las presiones el Gobierno no ha variado ni un milímetro esta estrategia ni su compromiso de preservar la relación bilateral con EE UU. De hecho, hace semanas que ya comenzaron los contactos diplomáticos con la Casa Blanca para que el relevo en la Administración norteamericana no afectase a la relación bilateral.

En sus pronunciamientos públicos Rajoy ha mostrado su rechazo a algunos de los elementos más polémicos de las primeras decisiones de Trump. «No me gustan ni los vetos ni los muros», comentó en una comparecencia en La Moncloa. Pero todos los portavoces del Gobierno han medido también sus palabras para expresar su preocupación por las consecuencias en la política de inmigración o de lucha contra el terrorismo. En Moncloa confían en que Rajoy pueda mantener el primer encuentro con el presidente de EE UU en mayo, si éste viaja a Europa para participar en la cumbre de la OTAN. En principio, los dos tienen previsto asistir a esta cumbre, según comentaron ayer.

Moncloa insistió en el mensaje de que las discrepancias, que pueden manifestarse puntualmente, no deben afectar a una relación política y económica en la que hay muchos intereses en juego. Hasta 700 empresas españolas operan en Estados Unidos y han creado 80.000 puestos de trabajo directos. Precisamente, en el plano económico los dos mandatarios constataron que se mantienen unas relaciones de comercio equilibradas y beneficiosas para las dos partes. Rajoy traslado a Trump que en los últimos años la inversión española ha crecido en Estados Unidos hasta alcanzar un stock de 62.000 millones de dólares, y le recordó esa cifra de los 80.000 puestos de trabajo directos.