Relevo en el PP

Un equipo para «reafirmarse en el centro sin radicalidades»

El equipo de Casado reniega de la etiqueta de «más de derechas»: «Volver a tener una ideología clara y definida no nos hace más de derechas». «Volvemos a la batalla de las ideas» derechizarnos”.

Un equipo para «reafirmarse en el centro sin radicalidades»
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El equipo de Casado reniega de la etiqueta de «más de derechas»: «Volver a tener una ideología clara y definida no nos hace más de derechas». «Volvemos a la batalla de las ideas» derechizarnos”.

La izquierda y también Ciudadanos ya han encontrado la pancarta con la que atizar a la nueva dirección del PP y se sostiene en identificarles con una derecha «más a la derecha y más rancia». El nuevo presidente de PP ha dedicado las últimas semanas a hacer campaña para un censo electoral muy singular, la militancia del PP, pero a partir de ayer su objetivo es recuperar a los votantes que se le han ido al partido por su derecha, pero también los que les han abandonado por el centro, y por motivos distintos, desde la discrepancia con la gestión del Gobierno hasta la corrupción.

Aunque la interpretación general es que el PP ha apostado por una vuelta a las esencias, por el «aznarismo» incluso, se dice, o por un partido más escorado a la derecha, ni el equipo más estrecho de colaboradores de Casado se identifica con esas descripciones ni tampoco parece que se correspondan con los objetivos de revisión programática que tiene en mente el nuevo «número uno» del PP. La intención es que la Convención Nacional en la que se revisará el programa y el proyecto para las elecciones autonómicas y municipales se celebre a la vuelta del verano, a poder ser en octubre, y que sirva para lanzar a un partido «sin complejos, pero en el centro derecha». Los que tomarán esta semana Génova huyen de cualquier identificación con «Hazte Oír», por ejemplo.

De hecho, en el «núcleo» en el que se ha estado apoyando Casado en esta campaña se desvinculan claramente de la etiqueta que les intenta identificar con la estrategia de derechizar más al partido. «Volver a tener una ideología clara y definida, con un proyecto reconocible, no nos hace más de derechas. Nos hace volver a la batalla de las ideas frente a un perfil más de gestión de la anterior etapa. No es escorarnos a la derecha sino no acomplejarnos por lo políticamente correcto o agazaparnos ante la izquierda, reivindicar nuestro espacio», sostienen.

El «desmentido» de la «derechización» del partido también lo hacen apuntando al perfil de los principales colaboradores de Casado y al discurso con el que él se presentó ante el Congreso del PP en el que durante este fin de semana se decidió la sucesión de Rajoy. Dirigentes que han apoyado su candidatura, y que tienen reconocido su perfil más centrista dentro del PP, son el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; su vicepresidente en la Xunta, Alfonso Rueda; la portavoz del PP de Baleares, Marga Prohens; ex ministros como Isabel Tejerina o Dolors Monserrat; los ex vicesecretarios Javier Maroto y Andrea Levy; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; y Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente del Gobierno.

Uno de los puntos que más debate han suscitado, externo e interno, ha sido la posición que Pablo Casado fijó en campaña en relación al aborto, y en la que abogó por volver a la ley de supuestos de la etapa de Felipe González. Dentro de estas voces más centristas precisan que se trata de «una posición personal» del nuevo jefe de la oposición, que responde a una experiencia vital suya en relación a uno de sus hijos, pero que al haber debate interno respecto a esta cuestión «lo lógico es que el partido deje las cosas tal y como están».