Política

El desafío independentista

Un paso atrás: ahora la consulta sí será en 2014

Mas dice a Junqueras que mantiene la idea de votar el año próximo

El presidente de la Generalitat, Artur Mas
El presidente de la Generalitat, Artur Maslarazon

Rechaza confirmar sus «contactos discretos» y si se ha visto con Rajoy aunque admite que llamó al presidente del Gobierno a finales de agosto «para desearle buenas vacaciones»

Sólo 24 horas de después de dar a entender que el pulso soberanista podía retrasarse a un plebiscito electoral en el año 2016, Artur Mas rehizo sus palabras para dejar claro que, en realidad, no pretende demoras. Después de que muchos entendieran que corregía su hoja de ruta soberanista para ganar tiempo, el presidente de la Generalitat salió al paso de estas interpretaciones para lanzar un mensaje de firmeza. «No hay un milímetro de marcha atrás, nada, ni tan siquiera de freno. La consulta se hará en 2014 (...) Se hará, tal y como dije hace mucho tiempo, sí o sí», sentenció. Lo más significativo fue donde protagonizó este compromiso y junto a quién. Fue en el Ayuntamiento de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), junto al alcalde del municipio y presidente de ERC, Oriol Junqueras, su socio esta legislatura. Los republicanos ya lanzaron el aviso de que no había motivos para retrasar la consulta y Mas no ha tardado en darse por aludido. En realidad, el líder de CiU teme perder el frágil apoyo que le ofrecen los republicanos en el Parlament y quedar obligado a convocar elecciones en un contexto demoscópico francamente desfavorable para la federación nacionalista, cuyo gran objetivo es agotar el mandato o, cuando menos, alargarlo hasta 2015. En todo caso, Mas ha comenzado a pensar en el próximo escenario electoral. Es de prever que recibirá una negativa del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a celebrar una consulta. Sin embargo, los nacionalistas se esfuerzan este inicio de curso en decir que confían en que habrá «matices» por parte del PP. Pero los populares lo niegan. «Le va a responder con la ley en la mano», insisten. Si la negativa se produce en estos términos, CiU pondrá en marcha la siguiente fase de su plan, que consiste en desarrollar estructuras de estado mientras, en paralelo, se trata de aplicar la ley de consultas. En realidad, el verdadero esfuerzo se concentrará en preparar el plebiscito electoral que, a día de hoy, parece la única opción al alcance de la mano de Mas. «Mi propósito es prepararnos a fondo porque si finalmente tuviésemos que hacer la consulta en forma de elecciones plebiscitarias, no sólo hagamos la consulta sino que además se pueda ganar y ganar ampliamente», explicó Mas. Antes de convocar estas elecciones extraordinarias, sin embargo, el presidente pretende agotar todos los recursos a su alcance para denunciar que el Gobierno no permite a la Generalitat usar la ley de consultas que tramita el Parlament. Sólo así, argumentan los nacionalistas, es posible ganar credibilidad ante la comunidad internacional, una de las mayores obsesiones del proyecto soberanista.