Una madre de familia numerosa sin baja por maternidad

Madrid- Forma parte de esa cantera de jóvenes vascos que decidió dar un paso frente al miedo y afiliarse al Partido Popular. Con 21 años fue elegida concejal en su localidad natal pocos meses después del asesinato del presidente del PP de Guipúzcoa, Gregorio Ordóñez.

Nacida en Irún, de padre vallisoletano y madre vasca, su familia materna le hablaba de pequeña en euskera y ella, aunque no llegó a dominarlo, lo entiende a la perfección. De hecho, cuando fue nombrada presidenta del Parlamento vasco tras el pacto entre PP y PSE mostró su disposición a perfeccionarlo y a recibir clases.

Madre de cinco hijos (uno de ellos de tan sólo un mes), a sus 39 años, trata de conciliar, de la mejor manera posible, su vida profesional y familiar. Muy responsable y trabajadora, pretendía cogerse por primera vez la baja por maternidad aunque se incorporó al trabajo en el Parlamento al poco tiempo de dar a luz. Los que la conocen la definen como una persona que sabe «economizar el tiempo», algo que traslada al trabajo y a su manera de gestionar la labor pública. Metódica y muy ordenada, nunca improvisa. Nada impulsiva medita mucho sus apariciones y es muy meticulosa en el contenido de lo que dice y en la manera en la que lo dice. Ha tratado de mantenerse al margen del ruido mediático cuando su nombre sonaba con fuerza en las quinielas de la sucesión. Reservada en lo personal, en su labor pública trata de ser próxima, comprensiva y paciente. Próxima a las víctimas del terrorismo, las considera como el «principal referente de cordura en medio de la barbarie».

Licenciada en Derecho, es considerada del «ala conservadora», del PP por su defensa de la vida frente al aborto y por no renunciar a sus principios. Católica practicante, se ha mostrado una defensora de la familia tradicional. Dialogante, ha conseguido llegar a acuerdos con todos los grupos parlamentarios en la Mesa del Parlamento vasco.