Constitución
Unidad frente a los «profesionales del odio»
La Plaza de Colón celebró el 34 aniversario del Día de la Constitución repleta de miles de personas con banderas rojigualdas. Los colores de la enseña española se podían ver en las corbatas, en el pelo, en las pulseras y hasta los más frioleros se la anudaron al cuello a modo de bufanda o capa. Algunos portaban carteles en los que se podía leer: «Barça+Madrid+otros=La Roja». La Fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) había instalado una gran pantalla para reivindicar «la defensa de la unidad de España» desde todas las «posiciones ideológicas» porque «España somos todos», según reza su manifiesto. Desde el escenario se volvió a mencionar a las personalidades que lo suscriben: Vargas Llosa, Esperanza Aguirre, Mayor Oreja, Ortega Lara... En cada mención, los participantes respondían con un «¡bien!». La voz de las víctimas del terrorismo «que dieron su vida por defender España» también estuvo presente de la mano de Ana Velasco -hija de Ana María Vidal Abarca, una de las fundadoras de la AVT cuyo marido, Jesús Velasco, fue asesinado por ETA en 1980-. Carmelo, un padre catalán que se vio obligado a emigrar a Canarias por defender el derecho de sus hijos a estudiar en castellano, dio su testimonio de lucha. A lo largo de todo el acto se escucharon varios ¡Viva España! e incluso vivas a la Guardia Civil.
El presidente de Denaes, Santiago Abascal, insistió en la necesidad de que catalanes y vascos continúen en España. «Rendirse no es la solución», dijo. Llamó a la unidad frente a los que «les gusta crear una nación destrozando otra», ante los que «han convertido el odio a España en una profesión». «Tenemos que ser la vanguardia de la sociedad española. Se la debemos a nuestros padres e hijos».
Testigo directo desde la Plaza Sant Jaume
Las miles de voces que no quiere escuchar Mas
Barcelona- Hasta hace muy poco, fechas como la Fiesta Nacional y el Día de la Constitución pasaban prácticamente desapercibidas en Cataluña, pero la ofensiva independentista de Artur Mas ha invertido esta tendencia, ya que muchos catalanes salen ahora a las calles exhibiendo banderas de España sin ningún complejo. El pasado 12 de octubre, miles de personas llenaron la plaza Cataluña para reivindicar su doble condición de catalanes y de españoles, así como para defender la unidad nacional. Ese mismo espíritu pudo verse ayer en la plaza Sant Jaume, destino final de la manifestación que se inició en la plaza Urquinaona con el lema «España somos todos». Unas 7.000 personas, según cifras de la Guardia Urbana, se reunieron en el centro de Barcelona para recorrer de forma cívica un kilómetro de trayecto en el que se oyeron constantemente cánticos con la consigna «Cataluña es España». A su paso por la Jefatura Superior de la Policía, los manifestantes aplaudieron a los agentes y les dedicaron afectuosos gritos de ánimo. «Ésta es nuestra Policía», corearon para su sonrojo. Continuó la marcha hasta concluir ante las puertas del Palau de la Generalitat, momento en que estalló la indignación. «¡Artur Mas, dimisión! », fue el lema más repetido. «Hay que defender la Constitución, la unidad de España y se tiene que ver que somos muchos», pedía Javier Álvarez, uno de los manifestantes concentrados en la plaza Sant Jaume. La plataforma «De España y catalanes», promotora del acto, leyó un manifiesto para reivindicar que «la unidad de España es la mejor garantía de su pluralidad». El PP, encabezado por Alberto Fernández, y Ciutadans dieron su apoyo a la inédita iniciativa.
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