La Razón en Afganistán

Unidad «PASI»: Los ojos que todo lo ven en Afganistán

Los cuatro aviones no tripulados desplegados en Herat suponen una importante herramienta para garantizar la seguridad en cualquier operación

Sala central desde donde se controlanlos PASI y visualizan las imágenes que capta
Sala central desde donde se controlanlos PASI y visualizan las imágenes que captalarazon

Su lema es bastante claro: "Dónde quiera que estés, el PASI te encontrará". Y así es. En Afganistán, la Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia es la encargada de vigilar desde el aire cualquier posible amenaza. Gracias a los aviones no tripulados (los conocidos como UAV), son capaces de ver sin ser vistos, algo imprescindible en cualquier operación, sobre todo en este país, en el que la insurgencia juega con la ventaja de moverse sin problemas por la difícil orografía afgana.

Al mando de esta unidad, establecida en la base de Hrat, está el teniente coronel Jesús del Barrio, quien la ha dirigido en tres ocasiones desde 2008, cuando llegaron por primera vez.

Para realizar su misión cuentan con cuatro aviones "Searcher MK III", dotados de unas potentes cámaras (diurna y nocturna) con las que pueden reconocer a una persona hasta a 1,5 kilómetros de distancia. Y ahora, con el repliegue en marcha, tienen un extra de trabajo, pues ninguno de los convoyes que ya han recorrido el camino entre Qala i Naw-Herat sin su escolta. Es más, esa reducción del número de tropas que se incrementará durante los próximos meses hace que se conviertan en una herramienta imprescindible para garantizar la seguridad, por lo que no descartan aumentar el número de UAV en el teatro de operaciones afgano. Unas aeronaves estas, de poco más de 8 metros, que son capaces de volar a una altura de hasta 20.000 pies y cubrir distancias de entre 250 y 350 kilómetros. Su autonomía es de unas 10 horas.

Además, para facilitar aún más la operatividad, pueden controlarse y visualizar sus imágenes tanto desde una sala central como con modernos sistemas portátiles que les permiten hacer uso de ellos en cualquier parte en la que se encuentren. Ellos solos aterrizan y despegan automáticamente por medio del GPS.

En los más de cinco años que lleva desplegada esta unidad en Herat, compuesta por 26 efectivos, han completado más de 4.000 horas de misión. Y como ejemplo del esfuerzo que les supone el repliegue, en este caso de la base de Qala i Naw, a punto de ser traspasada al Ejército afgano, sólo el pasado mes de julio realizaron 23 misiones, cubriendo cerca de 130 horas de vuelo.