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Urdangarín insiste en que la Casa Real «no avaló» sus actividades
El juez pedirá el registro de visitas a Zarzuela para saber si hubo reuniones con políticos. El duque exculpa a la Infanta Cristina: «No tiene nada que ver» con Nóos
Comparada con su declaración de más de veinte horas del año pasado en un interminable fin de semana, la de ayer debió parecerle a Iñaki Urdangarín un juego de niños. Incluso se le vio menos tenso y más decidido cuando se encaminaba hacia los juzgados.
Comparada con su declaración de más de veinte horas del año pasado en un interminable fin de semana, la de ayer debió parecerle a Iñaki Urdangarín un juego de niños. Incluso se le vio menos tenso y más decidido cuando se encaminaba hacia los juzgados, a primera hora de la mañana, bajando la rampa que la otra vez recorrió como una tortura. En poco más de cuatro horas, el duque de Palma (que sólo contestó a las preguntas del instructor, el fiscal Pedro Horrach y la Abogacía del Estado) reiteró ayer ante el juez José Castro similares argumentos a los ya expresado entonces, poniendo especial énfasis (tras el huracán provocado por los últimos correos de Diego Torres) en dejar al margen de las actividades de Nóos tanto a la Infanta Cristina –quien, insistió, «no tiene nada que ver» ni con el instituto ni con las actividades investigadas– como al conjunto de la Casa Real.
Esta vez, el duque de Palma no hizo un alegato de su inocencia frente a los periodistas, como hace un año. En su lugar, antes de comenzar su declaración, leyó ante el juez un comunicado para contrarrestar el «efecto Torres» y el revuelo generado por su última andanada de correos electrónicos intentando involucrar a la Casa Real en el día a día empresarial de Urdangarín (que hasta el momento ya ha acarreado la imputación del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga). En el mismo se subraya que la Casa Real «no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo desarrollaba en el Instituto Nóos». Por el contrario, añadió, «cuando tuvo conocimiento de la existencia de reproches políticos a las administraciones públicas contratantes, la Casa de S. M. el Rey me trasladó las recomendaciones oportunas para que dejara de realizar una actividad que no consideraba adecuada para mi estatus institucional. Y así lo hice».
El duque de Palma lamentó previamente que «como consecuencia de la entrega y difusión de determinados correos y documentación presuntamente relacionados con este procedimiento, se ha producido en las últimas semanas un desplazamiento del foco de esta instrucción de los hechos propiamente dichos hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos».
Pero el juez Castro piensa que al menos García Revenga sí estaba al tanto de múltiples gestiones, como queda de manifiesto en las diversas cuestiones que se le consultan en numerosos correos electrónicos aportados por Diego Torres en las últimas fechas. El ex socio de Urdangarín declaró la pasada semana que todos los miembros de la Junta Directiva de Nóos, incluidos la Infanta y García Revenga, «participaron de forma activa en labores del Instituto». De hecho, se quejó de que en este proceso «mucha gente ha sufrido importantes ataques de amnesia».
«Cada vez que teníamos una propuesta de algo –aseguró el ex socio de Urdangarín– fuese una colaboración académica, un proyecto nuevo o una consultoría, don Iñaki se lo está comunicando a doña Cristina o al señor Carlos García Revenga para la revisión, inmediatamente». Sin embargo, García Revenga negó ayer la mayor y dejó bien claro que Doña Cristina «no tiene nada que ver con el Instituto Nóos, pues no iba por allí ni tomaba decisiones», apuntaron las fuentes consultadas.
Valencia Summit
Al margen del comunicado del duque de Palma, la Casa Real también salió a relucir en la jornada de ayer. Y es que el juez del «caso Nóos» parece que está dispuesto a llegar hasta el final para saber si el primer Valencia Summit –uno de los congresos organizados por Iñaki Urdangarín y Diego Torres e investigado por malversación de caudales públicos– se gestó en marzo de 2004 durante una reunión en el Palacio de la Zarzuela a la que habrían acudido –además del duque de Palma y su socio– el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, según explicó al magistrado el propio Torres hace una semana. Camps ha desmentido que asistiese a esa cita y Urdangarín negó ayer a Castro que la reunión se produjese. Para saber si ésta tuvo lugar, el juez va a pedir a Zarzuela, según explicaron fuentes jurídicas, el registro de visitas en esas fechas. De hecho, el mismo García Revenga confirmó ayer a Castro la existencia de ese libro y explicó que él «se registra cada vez que entra».
TEXTO ÍNTEGRO DEL COMUNICADO
Antes de someterme a las preguntas en este Juzgado, quiero declarar que, como consecuencia de la entrega y difusión de determinados correos y documentación presuntamente relacionados con este procedimiento, se ha producido en las últimas semanas un desplazamiento del foco de esta instrucción, de los hechos propiamente dichos hacia un proceso público al pretendido papel de la Casa Real en los mismos.A este respecto, declaro que la Casa de Su Majestad el Rey no opinó, asesoró, autorizó o avaló las actividades que yo desarrollaba en el Instituto Noós. Por el contrario, cuando tuvo conocimiento de la existencia de reproches políticos a las administraciones públicas contratantes, la Casa de Su Majestad el Rey me trasladó las recomendaciones oportunas para que dejara de realizar una actividad que no consideraba adecuada para mi estatus institucional y así lo hice».
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