Investidura

Urkullu: la amnistía abre una vía para reconocer la realidad vasca

Apela a la plurinacionalidad y las relaciones bilaterales con el Estado

Un día después de la investidura de Pedro Sánchez gracias a la futura ley de amnistía que pactó con Junts para asegurarse su apoyo en la votación del pasado jueves, el lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que la futura norma «abre una vía para reconocer la realidad nacional vasca» porque con la tramitación de este texto se reconoce que «lo que no está prohibido es posible».

Urkullu hizo esta reflexión en una respuesta a una pregunta de la parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, en el pleno de control del Parlamento Vasco para conocer su opinión sobre esta proposición legal.

El lehendakari aseguró que la futura ley «otorga a la política la oportunidad para reiniciar un proceso de convivencia y normalización por medio de medios democráticos» porque, según señaló, «asienta la idea de que lo que lo que no está prohibido es posible».

En este sentido, defendió que «se abre una vía para el reconocimiento efectivo de la plurinacionalidad del Estado, para el reconocimiento de la realidad nacional vasca, para la normalización de las relaciones institucionales bilaterales y para la apertura de nuevos cauces de expresión a las voluntades sociales mayoritarias en relación al futuro político de nuestro país».

No es un tema baladí dado las reivindicaciones históricas de los nacionalistas vascos que al albor del pacto con Junts y ERC para la investidura de Sánchez podrían reavivarse. Más aun en un contexto electoral como el del próximo año cuando se celebrarán elecciones autonómicas y en las que el PNV se enfrenta a un cada vez mayor apoyo de EH Bildu en las urnas. En las autonómicas de mayo, los de Urkullu perdieron apoyos en las principales ciudades y municipios vascos, y ese espacio lo ganaron los de Otegi.

Es cierto que el PNV sigue siendo un socio tradicional en todas las negociaciones de investidura a nivel nacional, independientemente del signo. Lo ha sido con González, con Aznar, con Zapatero, con Rajoy y con Sánchez. De hecho, este último –de los ocho partidos con los que pactó su investidura– solo posó con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz. Un gesto mayúsculo en Política.

Así las cosas, Urkullu, que hizo hincapié en que el 90 % del Parlamento Vasco apoya la ley de amnistía, insistió en que es necesario abordar «a fondo el problema político» mediante el diálogo y la negociación para lograr un «acuerdo político, social e institucional que favorezca la convivencia».

El lehendakari se pronunció en la misma línea que Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso, que durante el debate de investidura dejó claro que el apoyo de los seis diputados de su formación son a cambio «abrir de par en par la agenda plurinacional y social». Aunque sin foto ni acuerdo escrito por medio, exigen «abrir nuevos caminos que otros países como Reino Unido y Escocia ya están recorriendo».