Urkullu pide perdón por no haber apoyado «antes y mejor» a las víctimas

Ante 120 personas, muchas de ellas víctimas del terrorismo, el lendakari, Iñigo Urkullu, hizo ayer autocrítica por la falta de apoyo que el Gobierno vasco ha prestado a las víctimas en el pasado y también durante su gestión, ya que las recibió por primera vez oficialmente el jueves de esta misma semana, dos años y medio después de haberse instalado en Ajuria Enea. «Llegamos tarde –dijo– a la sensibilidad y respuesta que merecían las víctimas».

En la mente de los asistentes a la jornada «Víctimas del terrorismo y sociedad», que se celebró ayer en la Cámara de Guipúzcoa, en San Sebastián, estaban muy presentes los agravios sufridos durante muchos años por quien fuera máximo dirigente del partido en el que milita el lendakari, el PNV, Xavier Arzalluz, quien en 1994 pidió que no se embargara a los terroristas para garantizar el pago de las indemnizaciones a sus víctimas y en 2001 planteó, ante el escándalo de las víctimas, que se celebrara un referéndum sobre si la banda terrorista ETA debería o no desaparecer.

Con esos antecedentes y otros más recientes, como la visita del secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, al ex secretario general del sindicato LAB, Rafa Díaz Usabiaga, en la prisión de Cantabria, las palabras de Iñigo Urkullu cobraban todo su sentido. «Asumimos la autocrítica –dijo el lendakari– porque debimos reaccionar antes y hacerlo mejor porque, a partir de los años noventa, ocurrió que la intensidad de la división política desdibujó la unidad en la solidaridad con las víctimas y el rechazo a la violencia, algo que de manera injusta e inaceptable hoy todavía sucede».

La reflexión de Urkullu se produjo después de haber recibido, el día anterior a los representantes de once asociaciones de víctimas y, en concordancia con sus peticiones, se comprometió a que su memoria y su dolor «no queden relegados por una mirada al futuro que olvide el pasado». En ese sentido, el lendakari consideró que «el fin de la violencia» no puede suponer «pasar página sin clarificación, reconocimientos ni crítica explícita sobre lo sucedido».

«Mínimo ético»

Después de las numerosas críticas recibidas el día anterior por decisiones del actual Ejecutivo autonómico, el propio Urkullu dijo que «el Gobierno vasco se opone y se opondrá a cualquier historia justificadora de la violencia o de las vulneraciones de derechos humanos», considerando a su vez que ese es el «mínimo ético indispensable para construir el futuro».

El lendakari anunció, además, que el Gobierno vasco iniciará una «nueva etapa» en materia de víctimas, asentada sobre tres pilares fundamentales: «Una reflexión autocrítica, la determinación de defender un mínimo ético y la voluntad centrada en el objetivo de unir».

«Necesitamos hechos, no palabras»

La satisfacción expresada por la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, por la petición de perdón de Iñigo Urkullu tiene matices, si se habla con otros colectivos de víctimas, como Covite. Su presidenta, Consuelo Ordoñez, manifestó a LA RAZÓN que el discurso del lendakari «no son más que palabras» y que lo que necesitan son «hechos».

Recuerda que no es la primera vez que Urkullu hace autocrítica y, por ello, Ordoñez asegura que muchas víctimas están a la espera de hechos y que no van a dar «la confianza por adelantado».

Sin embargo, Ángeles Pedraza, se mostró «reconfortada» por las palabras del lendakari, que, según dijo, supondrán «un antes y un después» en las relaciones de la AVT con el Gobierno vasco. Pedraza dijo haber sentido «asombro» y que le parece que el lendakari «ha sido muy valiente».

El día que Arzalluz justificó a los terroristas

Embargosa etarras

En 1994, el ex presidente del PNV pidió no embargar a los etarras para indemnizar a las víctimas.