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"Cantada"

"A ver si ponemos esta puta España patas arriba": el mensaje de la etarra Egüés a la cúpula tras ser detenida en 2001

Tras analizar los sellos entregados por Francia, la Policía ratifica al juez la reunión del "comando" que asesinó al juez Querol con la dirección de ETA antes del atentado

La etarra Ana Belén Egüés, junto al también miembro de ETA Aitor García Aliaga, en un juicio en la Audiencia Nacional en 2007
La etarra Ana Belén Egüés, junto al también miembro de ETA Aitor García Aliaga, en un juicio en la Audiencia Nacional en 2007larazonAgencia EFE

La Comisaría General de Información de la Policía Nacional ha ratificado en un informe entregado a la Audiencia Nacional que miembros del "comando Buru Hauste" de ETA se reunieron con la dirección etarra en Francia días antes del atentado que en 2000 costó la vida al magistrado José Francisco Querol. Tras analizar los sellos (información remitida por Francia a España en 2018 con el histórico de operaciones e incautaciones en suelo francés a la banda criminal), los agentes concluyen que la autoría del atentado con coche bomba en el que fueron asesinados el magistrado de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, su escolta y chófer y un conductor de autobús de la EMT el 30 de octubre de 2000 fue obra del citado "comando", que ejecutó las órdenes de la cúpula de ETA. Además, apuntalan el "nivel más alto de responsabilidad" del exdirigente de ETA Juan Antonio Olarra Guridi sobre ese "comando".

En el informe remitido al juez Santiago Pedraz -que investiga la supuesta responsabilidad en el atentado de once exdirigentes etarras-, la Policía concluye tras comprobar las declaraciones policiales de la etarra Ana Belén Egüés, ex concejal de HB y actualmente en prisión, tras ser detenida en noviembre de 2001 con la "cantada" (autocrítica que los miembros de ETA están obligados a remitir a la cúpula etarra para ponerla al corriente de sus declaraciones policiales), que ella misma y los también integrantes del "comando Buru Hauste" Gorka Palacios y Juan Luis Rubenach -citados los tres a declarar como investigados por el asesinato de Querol el próximo 22 de marzo, como adelantó LA RAZÓN- fueron quienes se reunieron con la dirección etarra en Francia, cuando supuestamente se les ordenó ejecutar el atentado. Y es que para la Policia "la autocrítica corrobora plenamente la declaración prestada ante la Policía" por la exintegrante del "comando Buru Hauste".

En ese informe -al que ha tenido acceso LA RAZÓN- se recoge la "cantada" de Egüés, que fue intervenida en la operación policial que llevó a la detención del exdirigente de ETA Juan Fernández Iradi, "Susper", en diciembre de 2002. En un portátil, la Policía francesa halló en el disco duro un documento que "menciona un encuentro, en esa época, entre los responsables del aparato militar y los miembros del comando Buru Ahuste".

"He quemado todo el funcionamiento de Madrid"

Tras poner al corriente a la dirección de la banda terrorista de todo lo que declaró a la Policía, Egüés pide disculpas a los jefes de ETA: "He quemado todo el funcionamiento de Madrid y sé que ahora poner todo de nuevo en marcha será complicado".

Pero tras ese mea culpa, la etarra lanza un mensaje de optimismo: "Sé que levantaremos cabeza". Y aunque admite que no se siente muy bien porque pensaba que "aguantaría más" en los interrogatorios. "Pero me asusté. Y no tengo otra excusa. Lo siento de veras".

La terrorista admite que no tuvo "el cuidado necesario en la salida de las acciones" y lamenta "todas las cosas que dije a la Policía, teniendo que estar callada". "Pero cogieron un hilo y de tirar de ese hilo consiguieron datos", se resigna.

"Ha sido un palo de cuidado"

Egüés es consciente del estropicio causado a ETA al dejar al descubierto toda la infraestructura y modus operandi del "comando Madrid". "Sé que para la organización ha sido un palo de cuidado, porque había un montón de confianza en nosotros. Pero me queda el ánimo de que se ha librado información y que al menos el resto han salido bien", asegura en referencia al resto de miembros del "comando".

Pero lejos de cualquier atisbo de arrepentimiento, la etarra lanza una arenga a la cúpula de ETA: "Mantenerse arriba, un montón de ánimo. A ver si formáis pronto otro talde y no solo en Madrid, a ver si ponemos esta puta España patas arriba".

Incluso ofrece "una propuesta de cómo podríamos vivir en Madrid" con vistas a establecer otro "comando" en la capital. "Yo seguiría viviendo como lo hemos hecho, pero en vez de la casa de Salamanca, (tendría) en Madrid un estudio o una habitación grande, a lo mejor con una sola persona que viva en la casa y que no trabaje allí". "Hay conductores de camiones, etc; alquilan habitaciones; es difícil, pero si se intenta se puede conseguir". "Recuerdos, ánimos y un cálido abrazo a todos los miembros del talde, y a vosotros también", se despide.

La "ascendencia jerárquica" de Olarra Guridi

Pero la Policía llama la atención sobre el hecho de que, en su declaración policial, Ana Belén Egüés "obvia el dato" de que Olarra Guridi "saca a Gorka Palacios (Andoni) de esa casa una semana antes que a ellos ("Txurdo" y Ana Belén). Un "omisión" que, según los agentes, "no tiene otra finalidad que ocultar a la Policía la ascendencia jerárquica que tenía Gorka Palacios sobre el resto del comando, asumiendo un nivel más alto de responsabilidad".

La Policía atribuye la autoría del atentado al "comando Buruahuste" (desarticulado el 6 de noviembre de 2011 con la detención de Egüés y Aitor García Aliaga) porque era el "único que actuaba en la capital de España en la fecha que se cometió el atentado". Entonces, precisa, formaban parte del mismo Ana Belén Egüés, "Dolores"; Gorka Palacios, "Andoni"; Juan Luis Rubenach, "Txurdo"; y Oier Goitia, "encargado del piso sito en Salamanca" donde se alojaron los terroristas.

El juez Pedraz ha citado a declarar en relación a este atentado el 22 de marzo a Ana Belén Egüés, Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach e Iván Apaolaza y al día siguiente a Oier Goitia, Javier García Gaztelu "Txapote", Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica. Todos ellos cumplen condena en el centro penitenciario de Álava -a excepción de Goitia, que está en libertad desde junio de 2020-, por lo que las comparecencias se llevarán a cabo por videoconferencia desde los juzgados de San Sebastián.