Política
La vía de la cesión de diputados de PP y Vox para activar la censura
La Plataforma por la España Constitucional se postula como agente para defender la moción en el Congreso de los Diputados
La Plataforma por la España Constitucional, nacida en mayo de 2024, se postula para liderar una moción de censura ante las dudas del Partido Popular para promoverla –no cuenta con apoyos para sacarla adelante– y ante la imposibilidad para Vox de impulsarla, porque no dispone de los diputados necesarios.
Esta entidad, creada para «orquestar a la sociedad civil», no existe como figura jurídica, aunque engloba a un centenar de asociaciones «en defensa de los derechos y libertades», explica a LA RAZÓN Nacho Trillo, uno de sus responsables y artífice del manifiesto que acaban de hacer público con el objetivo último de «disolver el Gobierno y convocar elecciones». Es la «única vía para salir de este escándalo porque el sistema no tiene forma legal de echar a una persona que está haciendo lo que hace», apunta Trillo en referencia al presidente, Pedro Sánchez protagonista indirecto de la actualidad judicial.
Foro Fundación Libertad y Alternativa (Alejo Vidal-Quadras); Denaes (Vox); Neos (Jaime Mayor Oreja); Pie en Pared (Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto); Foro España Cívica (Mariano Gomá); Resiste España (el propio Nacho Trillo); Libertad sin Ira (Nuevas Generaciones del PP); S´ha Acabat; Unión 78; el Sindicato Unificado de Policía; Foro Balear y Sociedad Civil Navarra están entre los grupos unidos en este frente común.
«Pedro Sánchez ha conducido a España por una senda cuyo destino es una vorágine marcada por una degradación institucional sin precedentes. Su Gobierno ha sido salpicado por tramas de corrupción que alcanzan a su círculo más íntimo: su esposa, su hermano, sus ministros, sus asesores. La sombra de la sospecha ha dejado de ser disimulable y cuestionable y ha terminado por eclipsar la ética pública», reza el texto, cuya «base y líneas a seguir» tenía «muy claras» un muy activo Trillo, que forma parte, además, de Pie en Pared y Foro Fundación Libertad y Alternativa.
El objetivo es claro: «Necesitamos 35 firmas para activar la moción de censura liderada por la sociedad civil», y alcanzar el 10% de los escaños exigido por la ley para registrar la iniciativa.
Para ello, la Plataforma solicita «18 diputados del Partido Popular y 17 de Vox que se sumen a esta causa», y lo plantea de esta manera «para que haya una proporcionalidad y a nivel mediático ningún partido acapare el protagonismo».
Aunque advierten de que «no excluimos a nadie. Todo aquel que quiera participar en esta empresa de regeneración institucional será más que bienvenido. No preguntaremos de dónde viene, sino hacia dónde quiere ir».
Recién arrancada la propuesta, afirma Nacho Trillo: «Para mí hay victorias muy claras. La primera, que se haya planteado y llegue a oídos de los políticos de PP y Vox, como a todos los que no son la derecha y el centro; la segunda sería poder presentarla con ese respaldo del 10 % necesario en el Congreso de los Diputados. Vox ya ha dicho que lo apoya, que le parece una idea magnífica, por lo que ya bastaría con dos diputados del Grupo Mixto, o decírselo a ERC, a UPN, a Teruel Existe... Me es indiferente, lo que queremos es devolver la voz al pueblo, desbloquear dos años [el horizonte de los próximos comicios está en 2027] esta tiranía también emocional».
En consecuencia, la llamada a la acción es clara. «Podemos estar dos años más jugando al desgaste de los partidos, con la economía del ciudadano y los pactos internacionales, o intentar hacer algo desde la sociedad civil, que es intentar entrar en política, pero sin entrar en política», razona el empresario y fundador a su vez de Resiste España, cuya meta es la defensa de la unidad nacional.
Se trata de promover una «resistencia activa para dar la vuelta a esta situación, no solo a nivel económico, sino por la tensión social que hay en la calle ahora mismo». Una actividad que viene de atrás, para «intentar posicionar a la sociedad civil a la misma altura que la clase política», pese a que los partidos vean una «intimidación hacia ellos», continúa Trillo, porque es un aviso de que «no pueden tomar decisiones con total impunidad».
Una postura que «puede ser política y no partidista, como demostramos en concentraciones anteriores», dice el también asesor financiero, en referencia a las movilizaciones que han protagonizado en Colón, Cibeles o la madrileña Plaza de Castilla, para «mostrar una sociedad civil unida en valores y no en ideología, en acciones y no en pensamientos».