Narcotráfico

La viuda del agente del GEAS asesinado en Barbate rechaza la Medalla de Oro de la Guardia Civil

La esposa del otro agente fallecido impidió que fuera Marlaska el que la impusiera en el féretro de su marido

Medalla de Oro de la Guardia Civil
Medalla de Oro de la Guardia CivilRedes

La pareja de Miguel Ángel González, uno de los dos agentes asesinados en Barbate por el narco, perteneciente a los GEAS, junto a otro agente, David Pérez, del GAR, cuando fueron arrollados por una narcolancha, ha rechazado la Cruz de Oro de la Orden del Mérito de la Guardia Civil, una insignia con la que se condecoró al agente a título póstumo.

Patricia, la esposa de David, rechazó que fuera el ministro Marlaska el que le impusiera la condecoración al féretro de su marido, en una tensa situación que se vivió en la comandancia de Navarra, en la que estaba instalada la capilla ardiente.

Alba considera que "no deberían de dar medallas cuando una persona ha fallecido por haber fallecido". "No queremos ninguna medalla... Se debería valorar el trabajo que hay allí, de toda la gente que hay allí luchando cada día sin medios, y que pague el que tenga que pagar", ha manifestado.

En una intervención en un programa de Canal Sur Televisión, ha asegurado que su pareja "luchó para que por lo menos estuviesen en las condiciones que merecían estar" en materia de seguridad y que "no se merecía acabar así".

"No se merecía esto, ni él ni nadie, pero él en concreto no se merecía acabar así. Ese no era su trabajo, allí no había personal suficiente y mi pareja era Guardia Civil pero del GEAS. Se dedicaba a rescatar a la gente con vida o sin vida y no se dedicaba a ir detrás de narcos, ni tenía que estar ahí", ha contado visiblemente abatida por la muerte de su pareja.

La madre de este Guardia Civil, Francisca María Gómez, ha relatado cómo su hijo le transmitía la falta de medios disponibles en la zona, dónde "sólo había diez guardias civiles de los GEAS y dos estaban de baja". "Me decía que los medios no eran los suficientes, que allí estaban muy desamparados", ha dicho, señalado que le contaba "la precariedad con la que trabajaba" pero "siempre como una anécdota" para "quitarle importancia y que no me preocupara".

Sobre las personas que aparecen que jaleaban a los narcos, ha dicho que "ojalá nunca tengan que pasar por lo que estoy pasando yo" y que "o no tienen corazón o viven de lo que viven". Su hijo sólo llevaba tres meses destinado en la comandancia de Algeciras, estaba "muy contento" y que "su sonrisa eterna y sus palabras de aliento siempre me van a acompañar", así como el último mensaje que le recibió de él, en el que le transmitió cuánto la quería. Francisca ha asegurado no querer ser "protagonista de nada y menos en esta situación" y que "solo quiero ponerle voz a él, que se haga justicia y que se pongan los medios necesarios para que nadie nunca más tenga que pasar por lo que yo estoy pasando".