Elecciones
Vox, un crecimiento "descafeinado": llega a los seis escaños en el Parlamento europeo
El partido de Santiago Abascal se queda cerca del 10% de voto, menos incluso que en las generales del 23 de julio
Vox logró tres escaños en las elecciones del Parlamento Europeo de 2019, aunque con la salida del Reino Unido de la Cámara sumó un escaño más y ha concluido la legislatura con cuatro. Ahora, en la cita con las urnas de 2024, ha conseguido alcanzar los seis eurodiputados de los 61 asientos que se reparten en España. Por tanto, los de Santiago Abascal han crecido y eso les permite tomar oxígeno tras haber logrado salvar las elecciones vascas y catalanas, pero tampoco parecen cumplir con las expectativas: sigue la tendencia a la baja en porcentaje de voto de los de Santiago Abascal, que van estancándose en torno al 10%. De hecho, en las elecciones generales del 23 de julio ya cosechó un 12% y ahora queda en el 9,6%.
Además, si se tiene en cuenta que los partidos "afines" a Vox en los otros tres grandes países europeos (Alemania, Italia y Francia) han llegado incluso a vencer, los resultados de Abascal quedan todavía más descafeinados. Agrupación Nacional, de Marine Le Pen (quien pidió el voto para Vox en España); Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni (que se ha fotografiado con Abascal); y, Alternativa para Alemania han logrado mejores resultados que Vox, comparativamente.
El partido de Abascal tenía un escenario propicio en estas elecciones europeas porque se trataban cuestiones donde tiene un discurso consolidado: esencialmente, en la agricultura y la inmigración. En el ámbito agrícola, es un partido que siempre ha tratado de seducir a los agricultores con un rechazo tajante a la competencia desleal exterior (es decir, las facilidades que se da a la entrada de productos del exterior pese a que se han producido con unos requisitos menos estrictos que en la Unión Europea) y a las medidas medioambientales, que dificultan la producción agraria; en el ámbito migratorio, Vox es la formación que ha adoptado el discurso más duro en un momento de creciente hartazgo ante la inseguridad que causan determinados colectivos.
Además de la agricultura y la inmigración, las dos crisis diplomáticas creadas por Pedro Sánchez con Israel y Argentina han permitido capitalizarlas a Abascal. Sobre todo con Javier Milei, ya que el presidente argentino respondió a Sánchez en un multitudinario acto de Vox, que permitió proyectar una imagen de fuerza. El líder de Vox también ha sido recibido por Benjamín Netanyahu.
De esta manera, Abascal logra un resultado que le da oxígeno en la última cita del ciclo electoral que empezó en febrero en Galicia y eso le permite ahora aguantar al frente del partido tras meses de murmullo interno por las dudas que había originado el desplome de las generales y las salidas de importantes figuras (Macarena Olona, Iván Espinosa de los Monteros, Rubén Manso...). De hecho, algunas de estas figuras, como el médico Juan Luis Steegmann, ha elevado el tono en los últimos días acusando a Vox de estar inmersos en una deriva "neofalangista". Está por ver si todavía puede haber alguna sacudida interna más pese a que Vox ha logrado salvar el 9J.
Abascal desafió a sus detractores tras los resultados obtenidos: destacó que el partido "crece doblando escaños y pasa del 6% al 9% del voto", por lo que aseguró, irónicamente, que "el certificado de defunción de VOX parece que se hace esperar".
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