Política

Parlamento Europeo

Vox defenderá en Europa que sea España la que decida quién y cuántas personas entran

Con ello quiere evitar que países como Francia o Alemania frenen decisiones judiciales como la del fugado Puigdemont. Apuestan por la protección de las fronteras y un “control riguroso” del salafismo radical y el integrismo islámico.

El líder de Vox Santiago Abascal (5i), junto a los candidatos integrantes de la lista de Vox para las elecciones europeas, esta mañana en Madrid.- EFE/Paco Campos
El líder de Vox Santiago Abascal (5i), junto a los candidatos integrantes de la lista de Vox para las elecciones europeas, esta mañana en Madrid.- EFE/Paco Camposlarazon

Vox ha presentado a los medios su candidatura a las elecciones europeas. El número uno, Jorge Buxé defendió la vuelta de la Unión Europea a sus “raíces” con un proyecto alejado del federalismo y que respete la soberanía de las naciones, lo que ha asegurado que no quiere decir que se les pueda tildar de “euroescépticos”. “Nosotros queremos representar a una mayoría de españoles que creen en Europa, pero en Europa de manera distinta”, ha resumido Buxadé estuvo acompañado por los diez miembros de la lista, que han estado además arropados por el líder del partido, Santiago Abascal.

Una de sus principales políticas una vez lleguen a la Eurocámara será la defensa de la democracia y el Estado de Derecho de España frente la actitud de dos estados miembros con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. “No es aceptable que Francia o Alemania hagan un juicio de valor sobre otro sistema democrático”como es el de España por lo que aseguraron que pondrán “el grito en el cielo”.

Además, según indicaron en rueda de prensa, defenderán el respeto a la soberanía fiscal de España y su competencia para bajar impuestos sin que se les imponga “una desconocida armonización fiscal que siempre supone más tributos y coste para las familias”.

Buxadé rechazó que se pueda “diluir” la nación española en un “conglomerado difuso y al servicio de 30.000 burócratas” que trabajan en Bruselas “sin que los españoles los hayan nombrado ni tengan capacidad de cesar, dimitir o influir sobre sus decisiones”.

En cuanto en qué partido se integrará Vox, una duda que causa mucha expectación en el parqué europeo; Buxadé aseguró que habían tenido contacto con varias formaciones políticas y que, en un 80 por ciento habían sido estas las que se dirigieron a ellos y no al contrario. Aún no han tomado esa decisión, y apuntó a que podría estar en un grupo de nueva formación e incluso no adscribirse a ninguno y apoyar a uno u otro en función de los intereses de España y las políticas que consideren. En cualquier caso se desvinculó del mitin de cierre de campaña que planea en Italia el 18 de mayo el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, y la del Frente Nacional francés, Marie Le Pen. Buxadé ha dicho que él personalmente no ha sido invitado y ese día tendrá actos de campaña en España.

Defensa de las fronteras

En cuanto a inmigración, reivindicó la potestad de España para decidir quién y cuántas personas entran a su territorio, cooperando con la Unión Europea en materia de seguridad y protección de las fronteras. Vox aboga por una “respuesta creativa” que pasa por el respeto a las decisiones soberanas de los estados. Indicó que la inmigración debe ser “legal, ordenada, ajustada a las necesidades de empleo de los españoles” y filtrada en función de su capacidad de integración. Según este último criterio, el partido apuesta por la inmigración procedente de los países de Iberoamérica.

También propone un “control riguroso” del salafismo radical y el integrismo islámico, que dijo “pone en riesgo la pervivencia de Europa como civilización”, y el combate al yihadismo islámico desde las instituciones comunitarias.

Además, en línea con el programa defendido durante las elecciones generales, Buxadé advirtió de que no aceptarán que se “imponga” en las instituciones comunitarias “la ideología de género y el feminismo radical antihombre” y rechazó que por ejemplo las ayudas “ingentes” que destinan a países en desarrollo estén vinculadas a políticas “de feminismo de género o control de la natalidad”.