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Abascal: palabra de Trump

Apuesta por cambiar las concertinas por un muro de hormigón aunque cree que “el muro que deberíamos poner es psicológico”, con el fin de informar a los que quieren entrar ilegalmente de que no podrían regularizar su situacion

El presidente de Vox, Santiago Abascal, saluda a un Policía en la frontera de Melilla cuando la visitó junto Iván Espinosa de los Monteros en noviembre de 2018
El presidente de Vox, Santiago Abascal, saluda a un Policía en la frontera de Melilla cuando la visitó junto Iván Espinosa de los Monteros en noviembre de 2018larazon

Apuesta por cambiar las concertinas por un muro de hormigón aunque considera que “el muro que deberíamos poner es psicológico” con el fin de informar a los que quieren entrar ilegalmente de que no podrían regularizar su situación.

En la política hay dos tipos de voto: el emocional y el racional; y el voto de Vox sería más emocional. «Eso también es una razón», destaca el líder del partido, Santiago Abascal a Fernando Sánchez Dragó en «Santiago Abascal, la España vertebrada» (Planeta), un libro de diálogos entre ambos que se presenta en Madrid el próximo miércoles.

El movimiento «emocional» empezó ya con el Brexit y luego con la elección de Donal Trump como presidente de EE UU. Y es que Abascal, cuando se le pregunta si se identifica con Trump suele decir que lo hace «con la gran reacción mundial contra los progres y los marxistas culturales» porque «estamos hartos de que nos digan lo que tenemos que pensar y sentir».

Vox ha sido criticado en numerosas ocasiones por sus propuestas para atajar el problema de la inmigración ilegal, y salirse de lo que llaman lo «políticamente correcto», pero aunque suenen ahora novedosas las han llevado ya incluso en su programa electoral cuando se han presentado en otros comicios. Entre sus apuestas está la de crear un muro en Ceuta y Melilla. ¿Y quién lo pagaría? Abascal considera que «debería pagarlo Marruecos, que es quien nos lanza oleadas de inmigrantes clandestinos para chantajear a la Unión Europea», o quizá dicho coste debería ir a cargo de Bruselas al ser frontera sur de la Unión, destacan fuentes de Vox.

La propuesta emula a la polémica del presidente de EE UU, Donald Trump, cuando en campaña anunció que llevaría a cabo la creación de un muro con México que además debían pagar desde ese país y que tras llegar a la presidencia ha tratado de poner en marcha. Abascal considera que poner un muro en Ceuta y Melilla serviría en parte para controlar las oleadas de inmigrantes, pero «no es la única solución». Para ello también propone tomar medidas contra las ONG que colaboran con las mafias y se van al litoral africano a recoger mercancía humana» y sobre todo apuesta por terminar con el «efecto llamada». «El gran muro que deberíamos poner es psicológico y consiste en informar a los inmigrantes de que quienes entren ilegalmente en Europa jamás podrán regularizar su situación ni tendrán derecho de arraigo, ni dispondrán de ayuda social, ni serán usufructuarios de una tarjeta sanitaria», porque, si ese mensaje no cala «será imposible resolver el problema», indica el líder de Vox.

Desde el partido de Abascal siempre han alertado de la debilidad de nuestras fronteras ante la invasión demográfica de la inmigración ilegal, «promovida por las organizaciones del tráfico de personas con la connivencia de gobiernos como el marroquí». Por ello, ya en 2018 hablaban de la necesidad urgente de sustituir las vallas actuales de alambre de Ceuta y Melilla por muros de hormigón, reforzar los efectivos de la Policía y la Guardia Civil en frontera, permitiéndoles usar material antidisturbios, suprimir las ayudas a ilegales y modificar la Ley de Extranjería para hacer efectiva la expulsión inmediata de quienes hayan entrado de forma ilegal en España, evitando «con todo ello el actual e irresponsable “efecto llamada”».

Otra de las cuestiones que inquieta es la propuesta en la política internacional de Vox. «Actuar siempre en pro de los intereses de España», resume Abascal. En cuanto a las posibles alianzas en Europa, el partido ha tanteado a grupos y formaciones muy diversas, pero aún no han decidido en qué formación se va a integrar y no lo decidirá hasta después de las elecciones europeas. De hecho, consideran que la canciller Angela Merkel está «destrozando Europa» abriendo las puertas a la inmigración masiva y con ello contribuyendo a la destrucción de los estados miembros.