Fiscalía Anticorrupción

Zaplana usó una red de amigos como testaferros cuando era presidente

Los investigadores señalan que el dinero «se repartía entre todos de una u otra manera».

La mujer de Zaplana, Rosa Barceló (izquierda), y su hijas, en una imagen de archivo
La mujer de Zaplana, Rosa Barceló (izquierda), y su hijas, en una imagen de archivolarazon

Los investigadores señalan que el dinero «se repartía entre todos de una u otra manera».

Un registro de la Guardia Civil durante la «operación Taula», sobre la supuesta financiación irregular del Partido Popular en Valencia, y unos papeles aportados por Marcos Benavent (el autoproclamado «yonki del dinero»), permitieron descubrir un documento en el que se encontraron pistas sobre la trama que implica a Eduardo Zaplana en el cobro de comisiones ilegales y su ocultación en paraísos fiscales.

Los agentes se dieron cuenta desde el primer momento de que dichos papeles no tenían nada que ver con «Taula», pero descubrieron ciertos indicios delictivos, ya que se trataba de esquemas –hechos por el propio Zaplana– en los que se explicaban movimientos ilegales de dinero.

Fuentes judiciales explicaron ayer a LA RAZÓN que dichos papeles no dieron origen a la investigación, sino que ya estaba en marcha, y que Benavent pretende engrandecer la importancia de las aportaciones que hace a la Justicia para reclamar a posteriori ventajas en los procesos judiciales que encara.

La rocambolesca historia del origen de los papeles hallados en el techo falso de una vivienda que anteriormente ocupó Zaplana, fue aportada por el propio Benavent cuando reconoció en el juzgado dichos documentos incautados en el registro de la vivienda, que había ocupado un ciudadano sirio que le dijo que los encontró durante una reforma en la casa.

Iniciadas las investigaciones, se comprobó que lo más relevante del asunto era un pago de comisiones por adjudicaciones fraudulentas de contratos de la Generalitat valenciana. «El dinero, subrayan las fuentes consultadas, no era sólo para Zaplana, sino para todos, de una u otra manera».Y entre esos «todos» se encontraban Joaquín Barceló y su mujer, Felisa López, que son considerados por la Guardia Civil como los testaferros de Zaplana, tanto para ocultar en algún paraíso fiscal el dinero obtenido por dichas supuestas comisiones ilegales, como para traerlo ahora a España, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación. Ambos fueron detenidos el martes por la Guardia Civil en el marco de la «operación Erial», que coordina el Juzgado de Instrucción número 8 y Fiscalía Anticorrupción y que continúa declarada secreta.

Tal y como confirman las mismas fuentes, los registros efectuados en los domicilios y empresas de estas dos personas que habían constituido una red de sociedades son claves para entender la magnitud de la trama.

El dinero obtenido con las supuestas comisiones no era sólo para Zaplana, sino para la «trama» que le apoyaba, de la que formaba parte el matrimonio antes citado, y que podía estar integrada por otras personas de la absoluta confianza del ex ministro.

Ahora, los agentes de la UCO se centran en el papel que jugaron para mover los más de 20 millones de euros obtenidos por el cobro de supuestas comisiones a cambio de concesiones de ITV y un Parque Eólico construido durante la etapa de Zaplana como presidente valenciano. Ese dinero, según consideran los investigadores, habría estado oculto a nombre de terceros en paraísos fiscales y recientemente se habrían iniciado algunas gestiones para su retorno a España, un movimiento éste que habría detectado la citada unidad de la Guardia Civil.

Joaquín Barceló fue uno de los responsables del parque temático Terra Mítica. También dirigió el Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Benidorm, localidad en la que Zaplana fue alcalde antes de pasar a presidir la Generalitat valenciana. Otro cargo que ocupó fue el de director de Formación de la Agencia Valenciana de Turismo. Por ello, es considerado, junto a su esposa Felisa, una persona de absoluta confianza de Zaplana, ya que además son amigos desde hace muchos años.

La mujer de Zaplana, Rosa Barceló, y sus hijas acudieron ayer al cuartel de la Guardia Civil de Patraix (Valencia) a visitar al detenido en el calabozo.