La investidura de Sánchez

Zarzuela (otra vez) en la encrucijada: El Rey hará ronda incluso sin un pacto Sánchez-Iglesias

Independientemente de cómo finalicen las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos, Felipe VI convocará a los líderes políticos para su octava ronda de contactos

Felipe VI presidió ayer la apertura solemne del Año Judicial en la sede del Tribunal Supremo.
Felipe VI presidió ayer la apertura solemne del Año Judicial en la sede del Tribunal Supremo.larazon

Independientemente de cómo finalicen las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos, Felipe VI convocará a los líderes políticos para su octava ronda de contactos

A medida que se termina el plazo para disolver las Cortes y convocar elecciones, Zarzuela se prepara para hacer frente a otro importante reto en este cúmulo acelerado de «casuística institucional» en el que se han convertido los cinco que Felipe VI lleva al frente de la Jefatura del Estado. La intricada coreografía política que están llevando a cabo PSOE y Unidas Podemos –que llevan literalmente meses culpándose mutuamente de su incapacidad conjunta para llegar a un acuerdo– puede poner a prueba una vez más al equipo de asesores del Rey a la hora de delinear un rumbo seguro para la Institución ante un caso para el que, una vez más, no hay precedentes. Sea como fuere Zarzuela tiene intención de realizar una nueva ronda de consultas –la octava de Felipe VI– independientemente de los dos principales partidos de la izquierda lleguen a un acuerdo.

La razón para que se lleve a cabo esta ronda es que el papel que la Constitución concede al Jefe de Estado es constatar si se puede o no proponer un candidato a la presidencia, un procedimiento –aseguran fuentes de la Casa del Rey– que no se puede llevar a cabo en base a las informaciones de los medios de comunicación sino a través de un contacto directo en Zarzuela.

Existe la posibilidad de que Pablo Iglesias, en su reunión con Felipe VI, le informe de que le concede «gratis» sus votos para la investidura a Pedro Sánchez, pero que éste elija no presentarse a un segundo debate de investidura habida cuenta de la poca confianza que el apoyo de la formación de extrema izquierda le inspira. En esta incómoda encrucijada el Rey debería elegir entre proponerle formar Gobierno y que el presidente en funciones declinara el encargo como hizo Rajoy en enero de 2016 o disolver las Cortes y convocar elecciones con el refrendo de la presidenta Batet. Ante esta eventualidad Zarzuela no adelanta acontecimientos: «Cuando lleguemos a ese río, cruzaremos ese puente». Sea como fuere, la decisión se ajustará escrupulosamente al principio de neutralidad política que la Casa de Rey ha mantenido en todo momento.

En cuanto a la fecha en la que se producirá la ronda de consultas todo está aun en el aire. La agenda del Rey publicada el pasado viernes dejaba abierta una ventana a la posibilidad de que comience el viernes 13 ya que el último acto del Monarca consignado en ella –el jueves 12– es la inauguración de la exposición «El viaje más largo» sobre el quinto centenario de la primera vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano.

A lo largo de esta semana, el Rey seguirá recibiendo a los presidentes autonómicos que aun no han visitado Zarzuela. Ayer lunes recibió a Fernando López Miras de Murcia y a Javier Lambán de Aragón. Hoy lo harán María Chivite de Navarra y Isabel Díaz Ayuso de Madrid. Mañana miércoles no hay ningún acto en la agenda de la Familia Real y el jueves se produce el citado viaje a Sevilla.

A pesar de que podría adelantarse a este viernes, todo parece indicar que la octava ronda de Felipe VI tendrá lugar la semana que empieza el lunes 16. Solo de esa manera habría tiempo para que el debate de investidura se celebrara el miércoles y la primera votación, por tanto, el jueves. En este caso se dispondrían de días suficientes para que trancurrieran las 48 horas que manda la Constitución que haya entre la primera y la segunda votación. De esta manera Sánchez podría revalidar su cargo el sábado 21 o el lunes 23 sin problema, una posibilidad que a tenor de las declaraciones de los portavoces de PSOE y UP y de lo que ha trascendido de las negociaciones parece cada vez más remota.