El «aquelarre» etarra
Zulueta contactaba con ETA por vía telemática encriptada
Un informe de la Guardia Civil prueba los contactos de la abogada con la cúpula terrorista fuera de España
Un informe de la Guardia Civil prueba los contactos de la abogada con la cúpula terrorista fuera de España
El KT del «Frente de Cárceles», desarticulado por la Guardia Civil el pasado miércoles y cuya máxima responsable es la abogada Arancha Zulueta, dependía directamente de los responsables del «aparato político» de ETA, David Pla e Irache Sorzábal, según un informe de la Guardia Civil remitido a la Audiencia Nacional al que ha tenido acceso LA RAZÓN.
Dado que la letrada ya había sido detenida en anteriores ocasiones y mantenía unas medidas de seguridad máximas, nunca se desplazaba a Francia u otros países para recibir las instrucciones de dichos cabecillas, sino que las órdenes llegaban a través de «correos» o por vía telemática, en ambos casos con textos encriptados.
Según dicho informe, tras «la reorganización que se está realizando en el seno de ETA después del "cese definitivo"», el «departamento político» es la estructura que la banda ha reforzado más como consecuencia de la nueva estrategia que se ha visto obligada a adoptar. Ese reforzamiento se ha producido respecto al personal que lo conforma, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo de sus integrantes, y en relación a los medios materiales de que dispone.
«En la actualidad –insiste el informe– es el aparato más activo de la banda terrorista, como ponen de manifiesto las numerosas comunicaciones difundidas desde el "cese definitivo de la actividad armada"anunciado en octubre de 2011». «Además, sería el único que contaría con subaparatos, con el objetivo de poder desarrollar su actual estrategia, que pasa por conseguir una negociación con los gobiernos español y francés en la que se aborden las "consecuencias"del conflicto».
Los dirigentes actuales del «aparato político» son los citados Irache Sorzábal y David Pla Martín y la consigna que han dado, puesto que «resulta esencial» para los fines que persigue ETA, es la de «mantener la fidelidad y cohesión de sus presos, control que ha realizado siempre a través de las estructuras de su "aparato político", mediante la dirección y supervisión el denominado "Frente de Cárceles"».
«Dirigir» a los presos
En definitiva, se trata de «controlar y dirigir al colectivo de presos de ETA, con el objeto de que éstos se mantengan dentro de la ortodoxia o unidad de doctrina ideológica marcada por la banda armada y para utilizar al colectivo de presos como un instrumento de lucha más».
«Asimismo, se ocupa de que se encuentren atendidos y que todas sus aportaciones, como militantes con experiencia y capacidad, puedan llegar hasta la "Dirección"de la organización». Por ello, este «aparato» no sólo sirve a los presos, sino que atiende también a los fines de la banda terrorista en cuanto que, a través del mismo, se articula la lucha de los presos (huelgas de hambre, encierros, etcétera) y se canaliza la recepción de las autocríticas e informes de detención que todos los arrestados deben realizar al ingresar en prisión.
También se encarga de que los presos hagan llegar a la «dirección» sus aportaciones políticas, estados de opinión sobre aspectos coyunturales, nombres para las captaciones de militantes y «datos sobre potenciales objetivos contra los que realizar acciones terroristas».
«La preocupación por mantener esos asuntos siempre ha sido una de las principales prioridades de ETA. La fidelidad de sus presos a sus planteamientos y objetivos políticos son una muestra pública y permanente de la existencia de un conflicto en «Euskal Herria», un elemento más que ETA utiliza para legitimar su continuidad hasta conseguir sus objetivos políticos. Además, la postura de lucha de los miembros del EPPK ha significado para la banda terrorista un recurso más de adhesión y movilización de sus familiares y del resto de la sociedad hacia sus planteamientos políticos».
«Los "subaparatos"o "departamentos"encargados de llevar a cabo esos cometidos han estado casi siempre vinculados con el «Aparato político"de ETA, a pesar de los sucesivos cambios estructurales y departamentales por los que ha pasado la banda terrorista a lo largo de su historia, cambios motivados fundamentalmente por la eficacia policial y judicial a la que ha estado sometida».
«A pesar de ello, los departamentos de ETA encargados del control y cohesión de los presos, bajo las denominaciones de «Departamento de Makos» o más recientemente la de Halboka, han permanecido subordinados al "Aparato político". En resumen, el "Aparato político"ha llevado a cabo desde su creación funciones y responsabilidades especialmente significativas y de especial relevancia, más allá de las consideradas meramente de corte político como pueden ser la elaboración de publicaciones y documentos o el adoctrinamiento de militantes».
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