Bebidas

Así es el licor que inventó un mexicano y que se apropiaron los extremeños: arrasa en toda la comunidad

Su origen es bastante reciente, ya que se creó en 1985

Imagen de archivo sobre un licor y una bandera extremeña
Imagen de archivo sobre un licor y una bandera extremeñaLa Razón

La gastronomía española destaca por su enorme diversidad regional, resultado de siglos de historia y de una riqueza agrícola única. Los fogones del norte, los hogares del mediterráneo, las parrillas de las zonas del centro... básicamente, esta cocina se caracteriza por el empelo de productos de temporada, técnicas tradicionales y una cultura social que siempre gira en torno a la mesa. Platos populares como la tortilla de patatas, el gazpacho o la paella conviven con una gran variedad de quesos, embutidos, pescados y dulces de todo tipo. Además, la tradición vinícola ocupa un lugar fundamental, con denominaciones de origen repartidas por todo el país y bebidas emblemáticas como el vino, el vermú o la sidra natural.

Centrando el foco en Extremadura, su gastronomía puede considerarse como uno de los tesoros menos masificados del país, pero con una gran despensa basada en la dehesa que proporciona productos de altísimo nivel, como el jamón ibérico de bellota o quesos con tanta personalidad como la Torta del Casar. Guisos de cordero, migas o repostería conventual forman parte de un recetario austero pero cargado de tradición. En cuanto a las bebidas, la región presume de vinos con carácter propio, licores artesanales y una cultura ligada a sabores auténticos, donde lo local y lo rural siguen marcando el ritmo del paladar extremeño.

El licor es algo que gusta a todos los españoles, sobre todo cuando se bebe tras una gran comida. De entre todos ellos, el más destacado de la comunidad es el licor de bellota, el cual tiene un origen reciente y curioso.

Nació en Extremadura en los años ochenta gracias a la iniciativa de un empresario mexicano, Leonardo Rodríguez Moreno, que se asentó en Cáceres en 1985 y, por su experiencia en el mundo del vino y su afición al jamón ibérico, experimentó con la bellota como materia prima para una bebida alcohólica. Ante la amargura inicial del fruto, probó mezclas y acabó dando con fórmulas que dieron lugar a un producto con personalidad propia conocido en la región.

A continuación, se va a presentar un listado con los ingredientes imprescindibles para hacer licor de bellota al mayor estilo extremeño:

  • Bellotas maduras y limpias: unos 200-300 gramos.
  • Aguardiente de orujo, para la base alcohólica.
  • Azúcar como endulzante.
  • Aromatizantes: anís estrellado, vainilla o canela al gusto; en algunas versiones se añade licor de avellana para suavizar y redondear el sabor.

A continuación, se va a presentar otro listado, pero en esta ocasión será directamente sobre el método exacto de cocinado:

  • Limpieza y preparación de las bellotas: para eliminar tierra y restos. Pueden romperse también.
  • Tostado: aunque es opcional, se puede hacerlo en una sartén para potenciar sus sabores dulces.
  • Maceración en alcohol: depositar las bellotas en un recipiente y cubrir con aguardiente de orujo o alcohol neutro. Incluir las especias aromáticas y dejar macerar en un lugar oscuro entre dos y ocho semanas.
  • Filtrado: cuando se alcance el punto de maceración, se podrá filtrar el líquido.
  • Ajuste de dulzor y mezcla: preparar un almíbar (agua + azúcar) a la concentración deseada y mezclar con la maceración filtrada hasta conseguir la dulzura y el cuerpo buscados.
  • Reposo y clarificado: embotellar y dejar reposar unas semanas para que los sabores se integren; filtrar de nuevo si aparece turbidez.
  • Consumo: se sirve frío, con hielo, en chupito o como componente en cócteles o postres.
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