Rebajas
El efecto de las rebajas en el consumo de los hogares españoles supone un 7% más de gasto en el consumo global de las familias
El profesor de Economía de la Universidad CEU San Pablo, Miguel Córdoba Bueno, explica que “el gasto de las familias en los meses de rebajas (enero y julio) es inferior al 7% en relación con el consumo experimentado en los diez meses restantes del año”.
Como todos los años, acaba de iniciarse el período de rebajas y muchos de los españoles han reservado una parte de su renta disponible para aprovechar los bajos precios y comprar ropa de vestir, productos tecnológicos y otros bienes duraderos en las tiendas, o bien adquirirlos por internet (procedimiento que cada vez es más habitual en nuestro país).
Y es que, después de un período de larga crisis, el consumo de las familias parece haber vuelto a los niveles previos a la misma. Así lo considera el profesor de Economía de la Universidad CEU San Pablo, Miguel Córdoba Bueno, para el que “según se desprende de la contabilidad nacional trimestral, 2019 es el primer año en el que gasto en consumo final de los hogares ha regresado en términos reales a los niveles previos a la crisis, una vez deflactadas las cifras con el 14% de incremento de precios que ha habido en los últimos doce años”.
¿Eso quiere decir que la crisis se ha terminado por fin? Para Córdoba, “a nivel macroeconómico, sí, es decir, el volumen de gasto nominal de los hogares en el año 2019 ha sido de en torno a los 705.000 millones de euros, cifra que es equivalente en capacidad adquisitiva a los 609.144 millones de euros que se gastaron los hogares españoles en consumo en el año 2007. No obstante, es preciso indicar que la cifra agregada no tiene en cuenta el efecto que ha causado la crisis en términos de desigualdad en el consumo de las familias españolas, habiéndose producido una clara disminución de la capacidad de compra de las clases medias”.
Pero eso quiere decir que durante la crisis el consumo de las familias se deterioró bastante. El profesor Córdoba explica que “en el momento más álgido de la crisis, concretamente en el año 2013, el consumo de las familias españolas disminuyó un 13% en términos reales, y se fue recuperando muy lentamente. De hecho, en el año 2016, todavía estaba casi un 7% por debajo del nivel del año 2007”.
No obstante, en las épocas de rebajas parece que surge una especie de fiebre consumista que incrementa notoriamente el consumo. ¿Existen datos en relación con este efecto? “Desgraciadamente, los datos no están desagregados, ya que la información que recibe el Ministerio es de contabilidad periódica, y las tiendas hacen rebajas cada una cuando quiere, y no digamos las que venden on-line. Pero, si comparamos el consumo del primer y tercer trimestre, que es en los que se producen oficialmente las rebajas con el de los otros dos, el resultado, aunque pueda sorprender, es que no hay más consumo en esos dos trimestres, puesto que su porcentaje de consumo respecto del total anual durante los últimos doce años va desde el 49,77% hasta el 50,68%”, apunta Córdoba.
Para explicar este fenómeno, Córdoba subraya que “la renta disponible de las familias españolas es bastante exigua, y lo que hacen es consumir en unos días muy concretos lo que luego dejan de consumir en las semanas siguientes; por eso en el agregado trimestral apenas se nota. Gastan más en enero y en julio y luego se aprietan el cinturón los otros dos meses del trimestre”.
En este sentido, la venta on-line está afectando bastante. El profesor señala que se ha duplicado en los últimos cuatro años, hasta llegar a los 11.000 millones de euros, “cifra muy respetable para un país como España, donde el uso del comercio electrónico es relativamente reciente”. En cuanto a los precios, “determinar si se producen disminuciones significativas es un tema más complicado, ya que los datos oficiales reflejan la suma de ventas, pero no hay un comparativo con los precios de las semanas anteriores”.
Hay organizaciones de consumidores que hacen muestras para ver si realmente los comerciantes suben los precios antes de las rebajas y luego aplican el descuento para dejarlo donde estaba. Hay algunas informaciones que afirman que solo un 10% de los productos ofrecidos realmente tenían rebajas significativas respecto de los precios anteriores. “En el caso de ventas on-line, he hecho la prueba y he tomado precios de varios productos un mes antes de las rebajas, y eran entre un 10% y un 15% más bajos que los que se anunciaban en la época de rebajas, en la cual se ofrecían descuentos precisamente del 15%”.
“Es preciso tener en cuenta que la renta disponible de los españoles después de la crisis es bastante exigua y normalmente los productos de rebajas son ropa, tecnología, etc.; es decir, cosas que no son de primera necesidad, como la alimentación, la electricidad, el gas, etc. Una vez que se dedica el sueldo a pagar todo esto, no queda mucho para gastarlo en otras cosas. Distinto sería si los salarios en España fuera como los de Europa. En ese caso, sí que se notaría mucho más el efecto de las rebajas”.
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