Psicología

Hablemos del estrés

¿Sabrías distinguir el estrés que es natural y puntual por circunstancias de la vida del estrés permanente y continuo que mayoritariamente está desencadenado por hábitos y pensamientos?

“Invierte en aquello que un naufragio no te pueda arrebatar”
“Invierte en aquello que un naufragio no te pueda arrebatar”Pixabay

¿Sabrías distinguir el estrés que es natural y puntual por circunstancias de la vida del estrés permanente y continuo que mayoritariamente está desencadenado por hábitos y pensamientos? ¿Sabrías distinguir el Estrés que es natural y puntual por circunstancias de la vida del Estrés permanente y continúo que mayoritariamente está desencadenado por hábitos y pensamientos? Ana Asensio, Psicóloga y Doctora en Neurociencia y Fundadora de Vidas en Positivo.

¿Has sentido alguna vez que tu cuerpo estaba muy enérgico y atento en respuesta a situaciones que requieren una energía extra por nuestra parte o situaciones que nos ponen puntualmente alerta en la vida? O por el contrario, ¿sientes que cada situación cotidiana que te sucede, laboral, familiar, etc... que demanda una energía extra o requiere de tu atención, es como si viniese una bomba y te dejase tocado o crees te dejará KO?

Estrés, una moneda con dos caras opuestas: eustrés y distrés

¿Sientes energía para afrontar tu día a día (eustrés) o sientes que tu día a día resulta difícil y agotador (distrés)?

¿Tus pensamientos te apoyan con mensajes de amabilidad y tranquilidad (eustrés) , o por el contrario tus pensamientos se convierten en circulares y conectan con la cadena del miedo y la angustia (distrés)?

Estas diferencias que describo corresponden a vivencias de los dos tipos de estrés que poseemos:

1. Estrés “saludable” donde el cortisol y la adrenalina hacen su papel para ayudarnos a afrontar la vida diaria o algunas situaciones puntuales de mayor exigencia, y luego restablecen sus niveles normales en sangre: este el EUSTRÉS el que debemos dejar que siga su curso porque nos ayuda a vivir.

2. Y por otro lado estaría el estrés que nos daña, que se mantiene en el tiempo, que altera nuestra química interior ya que el cortisol en grandes dosis y estas mantenidas mucho tiempo se convierte en tóxico y no lo podemos depurar con la misma velocidad. De esta manera lo que hace es al ser un tóxico ataca a un “órgano diana” y genera somatizaciones y desequilibrio corporal como dolor de estómago, insomnio, palpitaciones… y nos produce emocionalmente una sensación de peligro que nos sitúa en vivir en alerta, sintiendo miedo o amenaza interna: esto es el DISTRÉS, el que hay que tratar o educar.

Si estás en una época de estrés donde hay sobrecarga, mucha exigencia, y/o la cadena de noticias que te llegan son negativas, problemas por todos lados, y sientes que querrías salir corriendo…tu estrés ya no es positivo, se ha convertido en distrés.

Y es una buena noticia anunciarte que puedes aprender a convertir en algo saludable tu estrés, y ponerlo a tu favor. La pregunta que seguramente te estés haciendo es ¿Y cómo se hace esto?.

Existen diferentes técnicas de afrontamiento del estrés nocivo entre las que destacan las técnicas de educación de pensamiento para propiciar que nuestra cabeza gire a nuestro favor y nos ayuden ligar de cargarnos con pensamientos que nos generan más estrés y malestar.

También existen técnicas de educación en voluntad y actitud de afrontamiento de las circunstancias, de la vida, si rechazamos lo que nos sucede, si aceptamos, si nos resistimos a la vida…esto es muy estresante que si por el contrario observamos lo que sucede y entonces tomamos acción para ayudarnos con la mejor actitud.

También los hábitos de vida saludable son muy protagonistas del estrés, el descanso, la alimentación, el deporte, las relaciones sociales, nuestro estilo de vida…es un factor fundamental de pronóstico de estrés. Hábitos que nos ayudan a equilibrar nuestra química gracias a las experiencias agradables y a las nuevas alternativas que aprendemos para vivir mejor. ¡Si se puede!

Y finalmente el estrés también se reduce, con afrontamiento de experiencias de éxito que crean en nuestro interior la sensación de control, nos aportan autoestima y fortaleza que hace que el estrés situacional se convierta en una mayor autoestima y fortaleza para nosotros, y esto se realiza ensayando, haciendo planes, evaluando, observando y generando varias opciones.

Te recomiendo 9 pautas para poder vivir mas relajado y en calma:

1. Respira como rutina diaria todas las mañanas antes de levantarte o cada noche antes de acostarte. Realiza de 20 a 50 respiraciones completas atendiendo a contarlas. Esto hará que tu mente descanse y disminuya el estrés.

2. Proyéctate al futuro con ilusión y alegría, pero sintiendo el presente. Cada mañana coge un cuaderno y escribe de una a tres frases, en positivo, en presente y en afirmativo aquello que deseas que llegue en este momento a tu vida, por ejemplo: me siento relajado, estoy en paz, la calma llega, las buenas noticias están aquí, me siento bien, etc…de esta forma vamos a preparar a nuestra mente a estar predispuesta para el estado de calma y relax. Es importante saber que aquello que crees lo creas, porque la mente tiende a reproducir y a hacer real aquello que cree.

3. Proponte cosas realistas durante la jornada, cosas que puedas terminar en ese día y que te hagan transitar un camino que te acerca a tu propósito. La conciencia de trabajo hecho, hace que nos sintamos muy útiles y satisfechos con nosotros.

4. Muévete, camina, nada, estírate, practica yoga, canta, baila, dale a tu cuerpo movimiento, este te lo agradecerá.

5. Aliméntate, nutre e hidrata tu cuerpo de una manera consciente y amorosa, nosotros nos nutrimos de emociones, de relaciones, de pensamientos y también de alimentos, por lo tanto contribuye con tu alimentación a sentirte mejor.

6. Agradece como hábito de por vida, por todo lo que nos trae en sí el agradecimiento. Da las gracias al acabar el día, anota tres cosas que te hayan sucedido en el día y que puedas agradecer, encuentra motivos por los que sentirte afortunado, seguro que los encuentras. Sentirse agradecido mentalmente es sentirse afortunado en la vida y con suerte y esto nos genera mucha felicidad, confianza y seguridad.

7. Ríete y si lo necesitas libera otras emociones. Liberar emociones es muy terapéutico, pero la risa y sobre todo la de carcajadas, aumenta la liberación de endorfinas, nos relaja, y nos hace sentir muy bien.

8. Aprende algunas técnicas de relajación muy agradables, muscular, técnicas de visualización, relajaciones o meditaciones guiadas. Introduce la meditación o las técnicas de mindfulness y atención plena en tu día a día, será un auténtico regalo para ti, para tu cabeza y para tu corazón.

9. Descansa, duerme, para, reposa, recarga la batería interna. Qué inteligente es saber identificar espacios de recarga personal, de recarga interior y exterior, espacios propios, algunos pautados pro la vida como dormir, y otros buscados y agendados en nuestra “agenda de vida, como son parar, vivir con mas calma interna, potenciar el sueño reparador y los hábitos de sueño, reposar, descansar conscientemente…esto es energía de recarga vital para continuar ofreciendo lo mejor de nosotros a la vida, y ser felices con ello también.

Y recuerda el amor y la amabilidad hacia nosotros mismos, es de la cosas más potentes que podemos regalarnos, además de ser una medicina para la salud emocional y vivir sin distrés.

“Invierte en aquello que un naufragio no te pueda arrebatar”

Ana Asensio

Psicóloga y Doctora en Neurociencia

Fundadora de Vidas en Positivo