El Neuropediatra: “Ni espacio para que los alumnos cumplan las medidas de seguridad ni medios para que los educadores guarden la distancia”

La alarma entre la población es más que evidente y muchos padres empiezan a preguntarse a poco más de dos semanas de la vuelta el cole, qué va a pasar. Hablamos con el presidente del Instituto Andaluz de Neurología Pediátrica que se muestra bastante crítico con la actuación por parte del gobierno central.

-Falta ya poco, tres semanas, para que vuelvan los niños al colegio. Viendo la tendencia de los positivos en los test PCR es más que probable que las autoridades se asusten y los vuelvan a enviar a casa. ¿Qué opinión tiene de esto?

-Me temo que llevas razón y nos las vamos a ver complicadas para la vuelta al cole. La verdad es que no puedo decirte otra cosa que no salgo de mi asombro ante la más absoluta pasividad y falta de previsión por parte de las autoridades sanitarias. Y no me refiero a las consejerías de educación de las diferentes comunidades autónomas sino al propio ministerio de educación en colaboración con el de sanidad, que al fin y al cabo son los auténticos responsables de prevenir y controlar esta situación.

La duda que me asalta a la cabeza es si de verdad había algún interés por controlar esta situación y hace ya meses que habían decidido asumir que el inicio del curso se suspendería sin más. Hemos tenido 3 meses para tomar medidas de prevención y organización, pero nadie ha hecho nada. Se podía haber aprovechado para hacer una inversión económica que mejorara en poco tiempo la situación real de las infraestructuras educativas de nuestro país a la vez que se daba trabajo a una gran parte de empresas de utilidad en el sector de la construcción, reforma y similares.

Ahora, a pocas semanas del inicio, la realidad es que no hay espacio para que los alumnos cumplan las medidas de seguridad, no hay medios para que los educadores guarden la distancia de seguridad. No hay planes. No hay nada. Por supuesto, tampoco se ha pensado en esta ocasión en los más pequeños. ¿Cuántas mascarillas va a necesitar un niño de 6 años al día? ¿Qué tipo de controles se van a hacer a los profesores o a los alumnos? ¿Qué pasa si algún alumno o padre se infecta?

Es un auténtico desastre. Los niños ya han perdido un curso y me temo que vamos camino de perder otro mientras otros países de nuestro entorno están consiguiendo gestionar la situación de forma mucho más eficiente. ¿Qué explicación le vamos a dar a estos niños dentro de unos años? ¿Qué va a ser de sus expectativas laborales? ¿Cómo van a competir con los de otros países?

-Como médico: ¿Cree que nos están informando mal? Por ejemplo, vayamos a los datos. ¿Cuántas PCR están haciendo diariamente ahora? ¿Lo sabemos? ¿Cuántas de ellas son positivas y cuáles de esas positivas son asintomáticas?

-Siendo realistas, no se está informando. La información que se aporta no es realista. La mayoría de la información está “tratada” de forma subjetiva. Y lo peor de todo es que la administración ha perdido toda la credibilidad para los ciudadanos de a pie, y no te digo nada para los profesionales como yo.

¿Cómo vamos a creer nada de lo que nos cuentan ahora cuando han reconocido que la información que dieron sobre el uso de las mascarillas era mentira? Dijeron que no era necesario usarlas y luego reconocieron que lo dijeron porque no había para todos. Dijeron que había un comité de expertos y luego reconocieron que no lo había y lo dijeron para justificar las decisiones de paso de fase.

En fin, la administración se ha escondido detrás de los supuestos datos científicos cuando estos datos están absolutamente manipulados y no tienen ninguna fiabilidad.

Quiero saber por qué dicen que no están preocupados por el sistema sanitario cuando tenemos más infectados que en abril. Quiero saber por qué dicen que el sistema sanitario no volverá a colapsar cuando dijeron que no había colapsado en la crisis. Quiero saber por qué se está comprando el material fuera de España y con sobrecoste cuando hay empresas españolas que lo pueden dispensar a un menor precio. Quiero saber cuántos sanitarios se están infectado ahora y cuántos se han contratado para atender a todos los infectados que va a haber

La realidad. No lo vamos a saber.

-¿Qué datos aportan dichas pruebas? ¿Qué datos debemos tener en cuenta a la hora de preocuparnos?

Tenemos que saber cuántos infectados hay, dónde se han infectado y por qué. Cuántos ingresos hay y cuál es la gravedad y duración de la enfermedad. Es fundamental tener en cuenta cuantos recursos sanitarios humanos y materiales van a ser necesarios y si ya están previstos

Sería conveniente tener datos sobre las PCR y sobre test serológicos. Con la combinación de ambos podríamos hacernos una idea de la situación real en la que nos encontramos. Deberían realizarse a toda la población con actividades esenciales como sanitarios, fuerzas de seguridad y demás. Y por supuesto, hacerlos periódicamente, que haya datos públicos no "tocados" por nadie.

Me temo que hay una comparecencia pública de la consejera de salud del gobierno vasco que suscribo al 100%. Viene a decir que nadie se está tomando la situación actual en serio pero que una parte de los que se están infectando ahora acabarán en el hospital y otra parte acabarán muriendo sin que podamos evitarlo. Parece que no queremos ser conscientes de esto

-¿La inmunidad comunitaria es aquella que estamos empezando a tener? ¿Si eso sucede no necesitamos la vacuna?

-Para tener un nivel adecuado de inmunidad comunitaria debe haber pasado la enfermedad una gran parte de la población y no estamos ni empezando a acercarnos. Por otro lado, no sabemos aún si la inmunidad que se genera después de la infección por el coronavirus es permanente o transitoria. Tampoco si son frecuentes las reinfecciones. Hay aún muchísimas cosas que no sabemos y que mucha gente está dando por hecho sin tener los datos suficientes

Por otro lado, de ninguna manera va solventar esta opción la necesidad de una vacuna. La vacuna es imprescindible para poder controlar, al menos en parte, la evolución de la enfermedad. Y digo en parte porque la vacuna no hará otra cosa que disminuir el riesgo de infección y de contagio, pero no va a hacer desaparecer el virus de nuestras vidas ni va a hacer que podamos prescindir del gel, de las mascarillas y de los nuevos hábitos que higiene que hemos adquirido.

Tenemos por delante muchos retos como personas y como sociedad, pero no tengo para nada claro si estamos preparados para afrontarlos como requieren y superarlos

-Va a ser un poco difícil que los niños lleven mascarilla y que mantengan la distancia de seguridad, ¿qué opina de todo esto?

-Pues que no estamos siendo realistas con las expectativas, la gestión ni las medidas que se están adoptando. No solo es que sea difícil, es que va a ser imposible. Hay niños de todo tipo y si a los profesores ya les resulta complicado controlar a sus alumnos en condiciones normales, te puedes imaginar cómo va a ser el día a día en las escuelas con el COVID19.

Hay un tema delicado que creo que no se ha tratado pero que es relevante. El uso de gel hidroalcohólico por parte de los niños más pequeños puede tener consecuencias. El alcohol se puede absorber a través de la piel y su uso repetido puede llegar a provocar niveles elevados en sangre, con los efectos negativos que eso puede provocar. Puede parecer una tontería sin importancia, pero ya ha habido experiencias similares con medicamentos de base alcohólica y deberíamos tomárnoslo muy en serio.

Sinceramente, no sé si es que los hay, cuáles son los profesionales que asesoran al gobierno en estas cuestiones, pero me temo que no tienen mucha idea de lo que nos estamos por encontrar, especialmente cuando de población sensible como los niños se trata. Deberíamos actuar con precaución para evitar causar daños a los más pequeños

-¿Cree que debería haber un único protocolo para toda España en cuanto a las medidas de prevención?

-Por supuesto. Es imprescindible que todos trabajemos con los mismos protocolos y que mantengamos los mismos estándares.

-¿Cree que repetiremos los datos trágicos de marzo y abril?

-La inmensa mayoría de los pacientes de riesgo ya han muerto