Psicología

¿Qué relación guardan dolor muscular, estrés y ansiedad?

Más del 80% de los estudios han confirmado que existe una relación entre estrés psicológico mantenido y la problemática musculoesquelética.

Más del 80% de los estudios han confirmado que existe una relación entre estrés psicológico mantenido y la problemática musculoesquelética, aumentan do el riesgo de aparición de sintomatología, sobre todo la zona lumbar y cervical, causando, en muchas ocasiones otros síntomas asociados, como cefalea de tipo tensional y parestesia en brazos y piernas.
Más del 80% de los estudios han confirmado que existe una relación entre estrés psicológico mantenido y la problemática musculoesquelética, aumentan do el riesgo de aparición de sintomatología, sobre todo la zona lumbar y cervical, causando, en muchas ocasiones otros síntomas asociados, como cefalea de tipo tensional y parestesia en brazos y piernas.TOPDOCTORS

Más del 80% de los estudios han confirmado que existe una relación entre estrés psicológico mantenido y la problemática musculoesquelética, aumentan do el riesgo de aparición de sintomatología, sobre todo la zona lumbar y cervical, causando, en muchas ocasiones otros síntomas asociados, como cefalea de tipo tensional y parestesia en brazos y piernas.

Se han asociado también la aparición o el agravamiento de otros síntomas fisiológicos como fruto de un estrés sostenido en el tiempo (psoriasis, trastornos autoinmunes, alteraciones cardiacas, síndrome de colón irritable, úlceras...).

¿Cuál es el origen de las dolencias?

Los dolores musculares pueden tener un origen diverso y uno de ellos está relacionado con el hecho de padecer una alteración psicológica que está afectando a nuestro cuerpo.

Una tensión muscular sostenida en el tiempo, que no tiene como origen el desempeño de una actividad u otro tipo de patología funcional o fisiológica, puede provocar inflamación y daños con el tiempo que nos hagan padecer dolores durante largos períodos de tiempo impidiendo que impidan que desarrollemos las actividades del día a día con normalidad.

El hecho de no tener un estilo de vida activo y una buena salud mental puede provocar en los pacientes cambios en sus rutinas y costumbres diarias que favorezcan la aparición de estos dolores musculares.

La depresión, la ansiedad, las fobias, la apatía y los duelos son ejemplos de patologías psicológicas que se asocian a la manifestación de estas dolencias.

¿Cómo podemos identificarlo?

Los signos y síntomas de la ansiedad más comunes incluyen los siguientes:

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración.
  • Temblores.
  • Sensación de debilidad o cansancio.
  • Sequedad en la boca.
  • Visión borrosa.

Para aquellos casos en los que las dolencias no tengan un origen fisiológico, debemos acudir a un profesional especializado en psicología para valorar cuál es el origen de la dolencia y recibir el tratamiento adecuado para mejorar los síntomas.

¿Se puede prevenir?

Sí. Siempre les recuerdo a mis pacientes que la salud mental es tan importante como cualquier otra enfermedad fisiológica del cuerpo.

Las personas normalmente piensan que las afecciones emocionales y mentales no están consideradas como algo a tener en cuenta y que el hecho de comentarlas nos hace parecer más débiles o incapacitados, pero hemos de tener en cuenta que si esperamos mucho tiempo sin recibir el tratamiento adecuado las consecuencias pueden ser graves.

Los síntomas pueden agravarse mucho en el tiempo y causar otras patologías físicas y mentales que revistan una mayor gravedad. La salud mental es muy importante para poder llevar una vida plena y saludable.

También previene el sedentarismo, las adicciones, los dolores musculoesqueléticos y otras enfermedades, y aunque logremos paliar momentáneamente el dolor con la medicación no estamos ofreciendo una solución al problema.

La Dra. Mònica Oliver Muñoz es una reputada especialista en Psicología clínica y forense, experta en TDAH, fobias, trastornos alimentarios, separaciones, peritajes, neuropsicología, psicoterapia e hipnosis clínica.Licenciada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya, se especializó en Psicología clínica y de la salud por la Universidad Ramón Llull. Además, posteriormente realizó ocho másteres más para seguir formándose en mediación escolar y resolución de conflictos, hipnosis clínica, Psicología forense, jurídica y de la salud, naturopatía, peritaje grafopsicológico y caligráfico judicial.Actualmente, y desde hace 11 años, ejerce como psicóloga clínica y forense en la clínica Àptima de la Mutua de Terrassa, además de colaborar desde hace 10 años como perito caligráfica y graficopsicológica con diferentes juzgados y abogados. Pertenece la la plataforma médica ToDoctors.