Proyecto Hombre
Aumenta el consumo de cocaína en jóvenes y mujeres, la adicción con mayor prevalencia
El porcentaje de menores atendidos en Proyecto Hombre Madrid por esta sustancia se sitúa en torno al 20% y en los últimos años ha aumentado la cifra de mujeres
El 42% de las personas atendidas en Proyecto Hombre Madrid presentan adicción a la cocaína, posicionándose así como la principal sustancia por la que se demanda tratamiento en dicha entidad. También es el motivo por el que más llamadas se reciben en el Servicio de orientación e información que Proyecto Hombre
Madrid pone a disposición de los ciudadanos para ofrecer asesoramiento. Coincidiendo con el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas que se celebra hoy, 26 de junio, desde Proyecto Hombre Madrid inciden en la importancia de informar y visibilizar las graves consecuencias que esta sustancia provoca en la salud de quienes la consumen.
Según los datos recogidos, el 91% de las personas que reciben tratamiento por adicción a la cocaína en sus centros son hombres y el 9% son mujeres. La diferencia de porcentajes se explica, entre otros factores, por la existencia de una mayor estigmatización sobre las mujeres que consumen frente a los hombres, lo que provoca que ellas pidan menos ayuda, tal y como sucede con otras sustancias. En cuanto a la edad de los pacientes, la media se sitúa en los 41 años. Se estima que los consumidores problemáticos de cocaína tardan entre 10 y 15 años en pedir ayuda (como en otras adicciones, la persona que presenta un problema de consumo no quiere ser consciente de ello hasta que este afecta de manera devastadora a todos los ámbitos de su vida), lo que significa que cuando las personas acuden a tratamiento, la adicción se encuentra en un estado avanzado.
Cada vez más jóvenes y más mujeres
En el caso de los menores y de los jóvenes, el porcentaje de pacientes atendidos en Proyecto Hombre Madrid por esta sustancia se sitúa en torno al 20%, siendo también mayor el porcentaje de chicos (70%) frente al de chicas (30%). Una diferencia que en los últimos años se está reduciendo debido a un incremento de consumo entre las jóvenes. Como sucedía en los adultos, los jóvenes afectados acuden a tratamiento cuando el consumo ya es problemático, por lo que aunque la edad media del primer consumo se sitúe en los 15 años, la media de edad de los pacientes atendidos en los servicios de juventud es de 20 años.
Pablo Llama, psicólogo de Proyecto Hombre Madrid, analiza para LA RAZÓN los datos del Plan Nacional sobre Drogas. "Estos nos dicen que el consumo de cocaína se vienen manteniendo estable, en un nivel alto, pero estable desde hace tiempo. Pero en esta última encuesta sí que hay un pequeño crecimiento y apunta a que va a seguir así". ¿A qué puede deberse este crecimiento?, Llama lo tiene claro. "La cocaína sigue estando y es una sustancia que siguen viéndose como muy accesible en muchos casos. La percepción de riesgo no es la que debería ser y desde mi punto de vista, esta es la razón por la que cada vez se consume más en jóvenes porque es una época en la que no eres consciente de esos riesgos".
En cuanto al tipo de consumo, aunque con excepciones, comienza en entornos festivos, con frecuencia también para forzar el rendimiento en los estudios, derivando en un consumo frecuente y descontrolado. En la mayoría de los casos, como sucedía en los adultos, los pacientes presentan otras adicciones de manera paralela, principalmente alcohol. Los profesionales inciden en la importancia de pedir ayuda de manera temprana, especialmente en menores y jóvenes, para evitar que se cronifiquen conductas negativas que dañen su salud física y mental.
"Cuando hablamos de consumo de cocaína no hay un perfil concreto, se da de manera bastante habitual en todos los estratos sociales, educativos, etcétera. Sí que vemos que sigue habiendo más consumidores hombres que mujeres, también históricamente en este caso y especialmente en consumos más problemáticos", apunta Llama. Sin embargo, en los últimos años han visto que: "Hay un cierto aumento en el perfil de mujeres jóvenes, consumidoras de cocaína. En general, en casi todas las sustancias. Se podría decir que estas imitan el modelo de consumo de los varones. Es decir, cada vez consumen más o se atreven a consumir, por decirlo de alguna manera". En este sentido, han llegado a la conclusión de que cada vez se perciben menos diferencias en cuanto a sexo. "De igual modo que lo hemos visto con el alcohol o el cannabis, en los que las mujeres consumidoras están más cerca de los hombres, seguramente pase con la cocaína igual".
La importancia de la prevención
La cocaína causa diversas complicaciones de salud mental como irritabilidad, agresividad, ansiedad, ataques de pánico, depresión, confusión, alucinaciones, delirios y/o esquizofrenia paranoide, entre otros. También consecuencias negativas sobre la salud física, como por ejemplo, intoxicaciones, complicaciones cardíacas y accidentes cerebrovasculares, complicaciones en el sistema circulatorio, complicaciones infecciosas o daños en diferentes órganos como el riñón o el hígado.
En este sentido, los profesionales de Proyecto Hombre Madrid, además de incidir en la importancia de la prevención, insisten en la necesidad de pedir ayuda en cuanto se sospeche que podemos estar desarrollando una conducta negativa que pueda afectar a nuestra salud mental con el objetivo de evitar su cronicidad y mayores complicaciones. En relación al tipo de consumo, en la mayoría de los casos, comienza relacionado con el ocio, en ocasiones también para forzar un mayor rendimiento a nivel laboral, y termina siendo un consumo continuado y descontrolado. Otro dato relevante es que con frecuencia, cuando los pacientes abordan su adicción, descubren que también presentan otras adicciones, la más común, el alcohol.
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