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Cómo cuidarse la piel del rostro en otoño

Con la llegada del frío y con él, las calefacciones, la piel se resiente

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El síndrome post vacacional afecta a la mente y al estado de ánimo, pero también a la piel. Con la llegada del otoño la piel se vuelve más sensible.

El síndrome post vacacional afecta a la mente y al estado de ánimo, pero también a la piel. Con la llegada del otoño y sus efectos (viento, humedad, frío, sequedad provocada por la calefacción, etc) la piel se vuelve más sensible, siendo las rojeces uno de sus efectos más habituales, aunque también se puede producir la descamación de la dermis. Con la llegada de las temperaturas más bajas la piel comienza a notarlo y si bien el frío es mejor para la piel que el calor, conviene tomar precauciones para evitar sus efectos. La doctora Fercasy, experta en medicina estética, nos aporta las claves para lograr una piel con buen aspecto.

-Dieta sana y equilibrada: los hábitos alimenticios influyen en el organismo, tanto por fuera como por dentro; por eso es tan importante mantener una rutina que incluya alimentos como el pescado, la carne, la fruta, la verdura, etc, para lucir siempre una piel bonita. Lo más importante en la alimentación saludable es la constancia. De nada sirve desayunar y comenzar muy bien la jornada si el resto del día no nos cuidamos y sometemos a nuestro organismo a continuados ataques. La dieta mediterránea así como comer varias veces al día pero en cantidades no demasiado grandes es lo perfecto para mantener una nutrición equilibrada.

-Beber mucha agua: aunque este punto parezca un tópico, beber agua es la mejor manera de hidratarse. Este gesto ayuda a expulsar las toxinas acumuladas en el organismo, a la vez que mantiene las células hidratadas, evitando que la piel se seque. Lo mejor es llevar siempre en el bolso una botellita de agua de la que podamos echar mano. Y en nuestra mesa de trabajo, también. Es importante no esperar a tener sed ya que eso ya es sinónimo de que nuestro organismo hace rato que quiere agua y no se lo estamos dando.

-Limpieza como base fundamental para preparar la piel: un buen peeling ayudará a eliminar todas las toxinas sobrantes y pieles muertas acumuladas durante el verano debido a los efectos del sol, el salitre, la polución, etc, dejándola preparada para esta nueva estación. Este punto suele dar mucha pereza muchas noches pero es fundamental. Primero hay que desmaquillar, después utilizar un tónico, un sérum y finalmente una crema nutritiva o reparadora según la edad y tipo de piel que se tenga.

-Cuidar el contorno de los ojos: para proteger esta delicada zona del viento y del frío otoñal, es recomendable llevar gafas de sol para salir a la calle, además de utilizar una crema hidratante diaria y específicamente diseñada para esta zona facial.

-Limpieza matutina: asear la piel con agua es algo esencial, no solo por la hidratación, sino también para retirar lo acumulado por la noche.

-Vitamina C: las frutas ricas en Vitamina C, como la naranja o el kiwi, aportan un plus de equilibrio a la piel. Se deben incluir siempre en la dieta diaria.

-Protección solar: Sí, en invierno también. Mínimo una protección 20 aunque lo ideal sería 50 también en invierno. Los rayos del sol es una de las razones por las que la piel envenjece ante y envejece peor.

-Agua templada: al lavarse la cara hay que tener en cuenta que el agua fría es perfecta para la piel, aunque la templada resulta la idónea durante esta época del año.

-No abusar de la calefacción: el otoño es la época en la que uno se empieza a resguardar del frío bajo el confort de la calefacción, pero esto no es del todo bueno....El calor reseca el ambiente y, con ello, la piel, por lo que no es recomendable abusar de ella.

-Proteger la piel del viento: los efectos del viento son parecidos a los del calor: resecan la piel; por lo que es muy importante protegerse del. Un foulard puede ser un gran aliado en esta misión.

-Masajear y estimular la piel: esta es una muy buena costumbre para facilitar su circulación.

-Abandonar los vicios: son malos para todo, pero para la piel lo son aún más. Le provocan sequedad, acentúan las arrugas,...Por ello, lo mejor es aprovechar la vuelta a la rutina para dejar atrás todos los malos hábitos.