Salud

Infarto cerebral en bebés: causas, síntomas y cómo detectarlo a tiempo

Aunque el ictus suele asociarse a adultos mayores, conocer sus signos es clave para actuar rápido y evitar secuelas

Bebé anónimo
Bebé Pexels

El infarto cerebral, o ictus, no es exclusivo de personas mayores. Según el Hospital Clínic de Barcelona, afecta a aproximadamente 1 de cada 3,5 por cada 1.000 recién nacidos. Aunque la incidencia es baja, la falta de conocimiento sobre esta afección en la infancia puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento, aumentando el riesgo de complicaciones.

Por qué un bebé puede sufrir un ictus
Un infarto cerebral ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, impidiendo la llegada de oxígeno y nutrientes. En los bebés, esto puede deberse a:

  • Obstrucción de un vaso sanguíneo por un coágulo.

  • Trombosis del seno venoso (coágulo en las venas de la cabeza).

  • Hemorragia cerebral, más frecuente en prematuros o recién nacidos a término con vasos sanguíneos frágiles y mayor tendencia a coagular la sangre.

Síntomas de infarto cerebral en bebés
Detectar a tiempo los signos es fundamental, ya que el ictus pediátrico es una urgencia médica. Algunos síntomas que deben alertar a padres y profesionales son:

  • Convulsiones repetitivas sin fiebre.

  • Somnolencia excesiva o dificultad para despertar para alimentarse.

  • Vómitos y/o náuseas.

  • Rigidez o debilidad en un lado del cuerpo (brazo o pierna).

Pronóstico y recuperación
A pesar de las posibles secuelas, los bebés tienen mayor capacidad de recuperación que los adultos gracias a la plasticidad cerebral en desarrollo. Esto les permite, en muchos casos, reparar y reorganizar funciones afectadas.

El ictus en bebés es poco común, pero posible. La detección temprana y la atención médica inmediata pueden marcar la diferencia en el pronóstico y calidad de vida del pequeño.