Psicología

Mi hijo tiene miedo a (casi) todo. ¿Cómo puedo ayudarlo?

La piscina, las atracciones de la feria, irse de campamento, son algunas actividades que no siempre ven con agrado todos los niños.

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El verano es el momento idóneo para disfrutar de la playa, chapotear en la piscina y aventurarse a conocer los secretos de la naturaleza. Son momentos de aprendizaje en estos ámbitos para los más pequeños, pero también son la ocasión en la que salen a la luz algunos de los miedos más frecuentes en los niños.

El verano es el momento idóneo para disfrutar de la playa, chapotear en la piscina y aventurarse a conocer los secretos de la naturaleza. Son momentos de aprendizaje en estos ámbitos para los más pequeños, pero también son la ocasión en la que salen a la luz algunos de los miedos más frecuentes en los niños. “Afrontarlos, y superar poco a poco pequeños retos son la clave para olvidarlos por completo” así lo comenta Nuria G. Alonso, psicóloga infantojuvenil y directora de Ayudarte Estudio de Psicología que nos aconseja cómo encarar con normalidad estas limitaciones.

Estamos inmersos en la época favorita para grandes y pequeños en las que nos podemos relajar y hacer todas esas actividades que tantos nos gustan. Pero qué ocurre cuando ante estas idílicas situaciones a los peques les acompaña con un incómodo “amigo” llamado miedo.

¿A tu hijo le da pánico el agua, no se atreve a meterse en el mar por miedo a que le pique una medusa o ni quiere salir del coche cuando llegáis al campo por miedo a los insectos? A lo mejor este año no ha querido ir de campamento por no estar lejos de casa o ante una divertida tarde en la feria vive con angustia la experiencia por miedo perderse. Te suenan estas situaciones. Son los miedos más frecuentes que acechan a los niños en verano. Y según la experta en Nuria G. Alonso está en manos de los padres ayudarles a encontrar las herramientas para superar la situación y liberarles de estas “pequeñas pesadillas” que les permitan disfrutar de un verano redondo.

La psicóloga infantojuvenil apunta: Uno de los errores más frecuentes de las familias que vienen al estudio es pensar que cómo estos miedos sólo surgen un par de meses en verano, no es necesario que tu hijo los afronte y ya se le pasará algún día. Pero nada más lejos de la realidad, ese día es ahora porque cuando un miedo no se afronta, se hace más grande hasta tal punto que a veces tu autoestima sale lastimada, te pierdes muchas cosas y puede incapacitarte.”

Cómo decir adiós al miedo

Con estos útiles y fáciles consejos Nuria G. Alonso propone poner punto y final a los miedos infantiles del verano:

Afrontar el miedo con optimismo: No es sinónimo de infravalorar a tu pequeño o reírse de sus miedos. Para él esta situación es grave. Está asustado y necesita que lo ayudes. La mejor decisión es que te recargues de paciencia y le des la seguridad que ahora le falta. Juntos será más fácil.

Acompañarle de forma tranquila. Con seguridad: No va a servirle que no pasa nada si tu cara demuestra lo contrario. Si tu eres miedoso hay muchas posibilidad de que tu hijo también lo sea por esa razón. Trata de camuflar tu temor o delega esta labor, en esta ocasión, a la otra figura paterna o a un familiar o persona cercana que sepas que le puede ayudar a superar este obstáculo.

No refuerces su miedo, empújalo poco a poco a superarlo: Si tu hijo te dice que tiene miedo y crees que no tiene importancia y no le fuerzas enfrentarse a él, le estás aliviando en ese momento pero estás consiguiendo que a largo plazo vuelva a encontrarse una y otra vez con el mismo problema. Invitale poco a poco y con mucha dulzura a enfrentarse a su miedo. Cada vez que lo intenta es un paso más para reforzar su autoestima.

Dale estrategias para superar su miedo y respeta sus tiempos: Las terapias de choque hace tiempo que dejaron de estar de moda. Tu labor se debe limitar a en ponerte en su lugar y darle las herramientas para enfrentarse. Si lo tienen miedo a perderse en un sitio concurrido, como la playa o la feria propónle un punto de encuentro por si ocurre esa forzada separación o plantearle ponerse una pulsera con tu teléfono móvil para que te puedan localizar rápidamente.

Tener miedo es una emoción natural que llegado el momento todos podemos experimentar, especialmente en la infancia. Como apunta Nuria G. Alonso “la fórmula es afrontarlos y superarlos desde pequeños. Los miedos nos hacen limitarnos, dañan nuestra autoestima y nos convierten, a la larga, en personas inseguras.”