Embarazo

Los neurólogos pediátricos aclaran: no hay pruebas de que el paracetamol en el embarazo cause autismo

La Sociedad Española de Neurología Pediátrica recuerdan que el paracetamol sigue siendo el fármaco más seguro contra la fiebre durante la gestación

Embarazo. REMITIDA / HANDOUT por QUIRÓNSALUD Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 26/08/2025
Mujer embarazadaQUIRÓNSALUDEuropa Press

La Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) ha lanzado un mensaje de tranquilidad a las familias ante las recientes informaciones que relacionan el uso de paracetamol durante el embarazo con un posible aumento del riesgo de trastorno del espectro autista (TEA) en los niños. Según la SENEP, “no existe evidencia sólida que permita establecer una relación causal entre el consumo de paracetamol en la gestación y el autismo”, por lo que instan a la prudencia antes de difundir o asumir afirmaciones no respaldadas por la ciencia.

El origen de la polémica se encuentra en la publicación de algunos estudios que sugerían una posible asociación entre el uso de paracetamol en el embarazo y trastornos del neurodesarrollo. Sin embargo, los expertos subrayan que esta relación no implica causalidad y puede deberse a factores de confusión, como predisposición genética o enfermedades maternas que motivaron el uso del medicamento.

Un reciente estudio de referencia, publicado en JAMA 2024 (Ahlqvist et al.), que analizó una cohorte nacional de más de 2,4 millones de niños en Suecia, no encontró ninguna asociación significativa entre el uso prenatal de paracetamol y el desarrollo de autismo u otros trastornos del neurodesarrollo. Además, el trabajo comprobó que la supuesta relación dosis-respuesta desaparecía al comparar entre hermanos, lo que refuerza la ausencia de un vínculo causal.

El paracetamol, el analgésico más seguro durante la gestación

La SENEP recuerda que el paracetamol, a dosis mínimas terapéuticas y por periodos cortos, sigue siendo el medicamento más seguro contra la fiebre en el embarazo. “La fiebre no tratada también puede tener consecuencias negativas para el embrión en desarrollo”, advierten.

Las principales sociedades científicas internacionales coinciden en mantener esta recomendación, mientras insisten en que la prioridad debe ser la información rigurosa y basada en evidencia científica. El autismo es un trastorno del neurodesarrollo complejo y multifactorial, en el que intervienen tanto factores genéticos como ambientales. Entre los posibles factores de riesgo descritos se encuentran la prematuridad, el bajo peso al nacer, las infecciones congénitas o la edad avanzada de los padres.

El aumento de casos diagnosticados en los últimos años, explican desde la SENEP, se debe en gran parte a una mayor capacidad de detección, no necesariamente a un incremento real de incidencia.

Otros tratamientos bajo revisión

En relación con la leucovorina, un derivado del folato que se ha propuesto como tratamiento para el autismo, los neurólogos pediátricos aclaran que no se trata de una terapia específica para el TEA, sino de una intervención útil únicamente en casos muy concretos de deficiencia de folato cerebral.

Desde la SENEP hacen un llamamiento a medios, profesionales y ciudadanía para evitar la difusión de mensajes sin respaldo científico: “Difundir afirmaciones sin base sólida genera alarma, especialmente entre las mujeres embarazadas. La responsabilidad científica y social exige prudencia y rigor.”