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Peanut, una app que te conecta con otras madres

Su creadora tuvo la idea tras sentirse sola en su primera maternidad. Venía, además, de trabajar en Badoo, una app para ligar.

Peanut, una app que te conecta con otras madres
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Michelle Kennedy creó esta aplicación para conectar a mujeres en las mismas ciudades y poblaciones para quedar y charlar de temas de mujeres relacionados con la maternidad.

Es una de las frases más repetidas de las madres en la sociedad moderna: “me siento perdida, sola, sin referencias” ¿Estamos las mujeres más solas que nunca en la maternidad? Lo cierto es que sí, más solas y con menos referencias. Por ejemplo, las mujeres que ahora mismo están teniendo hijos en España tienen muy pocos conocimientos sobre lactancia materna y, lo que es peor, sus madres tampoco pueden ayudarlas demasiado porque fueron las madres de los setenta y ochenta, las décadas donde el biberón triunfó por excelencia. Tanto que se llegó incluso a afirmar que era mejor que la lactancia materna.

Pero no solo eso. Hay muchas más cosas en la maternidad que no están directamente relacionadas con la lactancia aunque esta sí cumple un papel favorecedor en evitarla: la depresión postparto. El hecho de compaginar trabajo y maternidad (más la casa), trae consigo niveles de ansiedad y estrés muy elevados. Tanto que hay más posibilidades de que así haya más depresiones postparto. Y estas no siempre son reconocidas por las propias mujeres o, lo que es peor, por los profesionales sanitarios.

A veces una red de amigas en la misma situación hace más que una batería de pastillas contra la ansiedad y el estrés. Pero no siempre tenemos amigas que se reproducen a la misma vez. Por eso desde hace ya más de una década proliferan en prácticamente todas las ciudades y poblaciones más o menos grandes, grupos de apoyo a la lactancia, asesoras de porteo...cuestiones relacionadas con la maternidad que, al final, terminan intercambiando conversaciones que van más allá de la lactancia o el porteo y terminan en charlas absolutamente terapéuticas que dejan una sensación de bienestar, de sentirse comprendida, de que todo mejorará.

Con este panorama no podía faltar que saliera algo más “profesionalizado”, más técnico y que pusiera en contacto a las mujeres que son madres en un mundo tan interconectado por las tecnologías como es el nuestro. Si funcionan aplicaciones móviles para ligar, para encontrar gente con quién charlar, tomar una copa o incluso tener sexo, ¿por qué no crear una aplicación donde las mujeres con idénticas preocupaciones por los hijos de las mismas edades, se pudieran juntar y contar sus penas?

Fue así cómo a Michelle Kennedy le surgió la brillante idea de dar forma a esta necesidad y creó la app Peanut. Michelle cumplía todos requisitos necesarios: era madre, se sentía muy sola y tenía una experiencia increíble en el ámbito laboral de las apps de citas ya que había trabajado anteriormente en las compañías Badoo y Bumble. Siguiendo el estilo de las aplicaciones para ligar, Michelle creó una app para mujeres madres que necesitan quedar con otras mujeres en la misma situación. Y nació así Peanut.

El perfil de las madres que ahora mismo están criando (entre los 25 y 45 años, más o menos) son mujeres muy acostumbradas a buscar soluciones en internet, preferiblemente en los Smartphone, de ahí que la iniciativa funcionara desde el principio.

Problemas con la lactancia, querer dejarlo y sentir presión del entorno, no lograr establecerla y sentir presión para que des el biberón, bebés que no duermen, padres que no se involucran, llantos a cualquier hora y sin saber los motivos, necesidad de perder kilos, dolor en el pecho...son tantas las dudas a las que una mujer recién parida se enfrenta que la mejor solución es contarlo cara a cara.

Como casi todas las aplicaciones de este tipo, las usuarias se pueden dar a través de sus perfiles de facebook que las pone en contacto por proximidad geográfica y les informa de cada una de sus situaciones personales: número de hijos, edades de los mismos, edad de la usuaria, ciudad, gustos, inquietudes etc.

Una manera, sin duda, de sentirse mucho menos sola en la maternidad.