Muchos padres se preguntan a qué edad su hijo puede empezar a hacer los deberes solo. Según la psicóloga Florence Millot, la respuesta está más cerca de lo que muchos imaginan: a los 6 años, los niños ya pueden comenzar a desarrollar la autonomía necesaria para realizar sus tareas escolares sin ayuda constante.

Aunque el horario escolar termina, las responsabilidades de los niños continúan en casa con los deberes. Esta práctica, impulsada por profesores y maestros, tiene como objetivo reforzar los conocimientos adquiridos en clase y desarrollar habilidades como la concentración, la organización y la responsabilidad.

Durante los primeros años, es normal que los padres acompañen a sus hijos en esta tarea. Sin embargo, muchos se preguntan cuándo deben dejar de ayudar con los deberes. Aquí es donde entra en juego la orientación de expertos.

A los 6 años, los niños pueden empezar a hacer los deberes solos

Florence Millot, psicóloga infantil, asegura que a partir de los 6 años, los niños ya tienen la capacidad de trabajar de forma más independiente. Esto se debe a que, en esa etapa, desarrollan lo que se conoce como capacidad de abstracción, una habilidad cognitiva fundamental para comprender conceptos y resolver problemas por sí mismos.

Eso sí, el proceso debe ser gradual y adaptado a cada niño. No se trata de dejar de ayudar de un día para otro, sino de fomentar poco a poco su independencia.

Observar el comportamiento: la clave para saber si tu hijo está listo

Antes de dar ese paso, es esencial observar cómo actúa el niño frente a los deberes. ¿Comienza solo o siempre pide ayuda? Según Millot, muchos padres temen que sus hijos fracasen si no están a su lado, pero los niños suelen ser más capaces de lo que se cree.

“La autonomía no es abandono”, destaca la experta. Lo ideal es que el adulto esté presente, pero en segundo plano, disponible para guiar cuando sea necesario, sin intervenir directamente en todo momento.

El rol emocional de los deberes

En algunos casos, los niños que piden ayuda no lo hacen por incapacidad, sino porque buscan atención emocional. Tal como explica Millot, compartir el tiempo de tareas puede convertirse en un momento de conexión afectiva entre padres e hijos.

Por eso, aunque el niño ya sea autónomo, el interés de los padres sigue siendo importante. Preguntar cómo van los deberes o revisar juntos algunos puntos fortalece el vínculo familiar y demuestra apoyo.

¿Cuánto tiempo puede trabajar solo un niño?

El tiempo de concentración autónoma también varía con la edad. Un niño de 6 años puede trabajar de forma independiente unos 20 minutos. Esta capacidad se incrementa gradualmente y puede alcanzar hasta una hora y media durante la adolescencia.

Lo fundamental es ajustar el apoyo según las necesidades individuales de cada niño, observando su evolución y respetando su ritmo.

Permitir que los niños hagan sus deberes solos desde los 6 años es posible y beneficioso si se hace de manera progresiva. Los padres deben estar disponibles, pero dar espacio para que el niño se equivoque, aprenda y crezca.

Fomentar la independencia en el estudio no solo mejora el rendimiento académico, sino que también fortalece la confianza en sí mismos y su motivación interna.