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Crianza

La sensibilidad materna influye en el apego infantil, según un estudio internacional

Un estudio revela que esta favorece además el desarrollo emocional y físico de los niños

Madre e hijo istock

El debate sobre los estilos de crianza continúa siendo un tema central en la psicología y la pediatría. Mientras las teorías tradicionales advertían contra la sobreprotección o el exceso de atención emocional, los estudios más recientes apuntan en la dirección contraria.

Una investigación reciente realizada en población no occidental analizó durante nueve años la relación entre la sensibilidad materna y el apego infantil, concluyendo que ambas están fuertemente vinculadas de manera positiva.

¿Qué es el “cuidado sensible”?

El estudio define la sensibilidad materna como la capacidad de la madre para percibir, interpretar y responder de manera adecuada y constante a las necesidades del niño, tanto físicas como emocionales.

Este cuidado sensible no exige perfección: lo importante es ofrecer una sintonía suficiente, caracterizada por calidez, empatía, ternura y disponibilidad emocional. Reconocer momentos de desconexión y repararlos es clave para restablecer el vínculo y sentar las bases de un desarrollo emocional saludable.

Impacto en el desarrollo infantil

Los resultados sugieren que una madre sensible durante la infancia temprana contribuye al bienestar físico y emocional de sus hijos a largo plazo. Además, el estudio no halló diferencias significativas entre niños y niñas en cuanto al impacto del apego seguro.

Más allá de la madre: otras figuras de apego

Aunque esta investigación se centró exclusivamente en la figura materna, otros meta-análisis destacan que el apego no depende solo de la madre. Durante los dos primeros años, ella suele ser la figura más influyente, pero con el tiempo el padre, abuelos, familiares y cuidadores también juegan un papel crucial en el desarrollo emocional y social del niño.