Lenguaje

Uno de cada veinte niños tiene trastornos con el habla

Uno de cada veinte niños tiene trastornos con el habla
Uno de cada veinte niños tiene trastornos con el hablalarazon

La mayoría de los niños pequeños son capaces de expresarse con frases cortas o conjuntos de palabras alrededor de los 2 años. Sin embargo, algunos tardan más que otros en arrancar a hablar.

Si un niño tarda en aprender a hablar, no tiene por qué sufrir un trastorno del habla. La mayoría de los niños pequeños son capaces de expresarse con frases cortas o conjuntos de palabras alrededor de los 2 años. Sin embargo, algunos tardan más que otros en arrancar a hablar. Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo que se debe respetar, pero si un niño no alcanza los hitos del desarrollo en el momento esperado, es normal que sus padres comiencen a preocuparse. Pero, ¿sabes cuáles son las señales que advierten un trastorno en el habla? Los médicos foniatras realizan la evaluación, prevención, detección, diagnóstico e indicación de tratamiento logopédico de las alteraciones de las funciones oro-faciales como la disfagia, de la comunicación, del lenguaje, del habla, la voz y la audición, en prematuros, niños y adultos. Además, la especialización como médico rehabilitador, permite una perspectiva médica global, valorando así la discapacidad que provoca cualquier problema en la comunicación.

La Dra. Amalia Sánchez López, Médico rehabilitador y foniatra en TopDoctors, responde una de las preguntas más frecuentes que hacen los padres en consulta: ¿Por qué mi hijo no habla o no habla como tendría que hablar?

Los trastornos más comunes del habla son articulatorios, fonológicos, de falta de fluidez o trastornos de la voz

¿Qué es un trastorno de habla?

Un trastorno de habla es una afección que causa problemas a la persona que lo padece para crear o formar los sonidos del habla necesarios para desarrollar correctamente el lenguaje oral y comunicarse con otros.

Los trastornos más comunes del habla son articulatorios, fonológicos, de falta de fluidez o trastornos de la voz. Estos son diferentes de los trastornos del lenguaje en los niños. Los trastornos del habla y los del lenguaje se consideran dos categorías distintas, dentro de los denominados trastornos de la comunicación.

Por otra parte, los trastornos del lenguaje se refieren a las dificultades para conseguir comunicar el significado o mensaje a otros (lenguaje expresivo) y/o para entender el mensaje de otros (lenguaje receptivo). Hasta 1 de cada 20 niños tiene síntomas de un trastorno del lenguaje. Los niños con trastornos pueden a veces producir sonidos y su discurso se puede entender.

¿Cuáles son las causas de los trastornos de habla?

Definir la causa exacta de que un niño tenga un problema con las habilidades lingüísticas puede resultar difícil antes de los 3 años de edad, ya que, hasta este momento, no se considera alarmante que un niño no hable tanto ni tan bien como los demás.

A partir de los 4 años, este tipo de dificultades pueden presentarse en niños con otros problemas del desarrollo, trastornos del espectro autista, pérdida de la audición y dificultades de aprendizaje. También pueden darse problemas en el habla por daño al sistema nervioso central, problemas o cambios en la estructura o forma de los músculos y huesos empleados para producir los sonidos del habla (como el paladar hendido o problemas en los dientes), daño a partes del cerebro o pérdida de la audición.

Los trastornos del habla son diferentes al retraso en el habla. Con este último, el niño desarrolla el habla y el lenguaje de la misma manera que otros niños, pero posteriormente y/o con mayor lentitud. En los trastornos del habla, en cambio, el habla y el lenguaje no se desarrollan normalmente.

Por otra parte, hay trastornos del habla relacionados con trastornos de la voz, causados por problemas cuando el aire pasa desde los pulmones, a través de las cuerdas vocales y luego a través de la garganta, la nariz, la boca y los labios. Un trastorno de la voz puede deberse a problemas del paladar, afecciones que dañan las cuerdas vocales, anomalías congénitas, neoplasias benignas (pólipos, nódulos, quistes, granulomas, papilomas o úlceras) o sordera.

Los trastornos del habla son diferentes al retraso en el habla

¿Cuáles son los síntomas de un trastorno del habla?

Se pueden diferenciar hasta tres niveles de gravedad, con distintos síntomas, cuyos límites dependen en gran medida de la edad del niño:

Retraso leve: el niño sustituye con frecuencia los sonidos que le resultan difíciles de pronunciar por otros que le son más fáciles (por ejemplo, «ela» en lugar de «abuela»). A estos cambios se les conoce como procesos fonológicos de simplificación. Su nivel semántico también es ligeramente más escaso. Su comprensión y su desarrollo morfosintáctico, sin embargo, son perfectamente normales y, a nivel pragmático, no se advierten distorsiones ni dificultades especiales.

Retraso moderado: los procesos fonológicos de simplificación son más evidentes y numerosos. El niño acusa una evidente pobreza de vocabulario a nivel semántico y la comprensión se limita al entorno más cercano y familiar del niño. A nivel morfosintáctico (por ejemplo: género y número) también se aprecia un mayor déficit. No obstante, donde más se nota el retraso es en la distorsión de artículos, en el uso de escasas preposiciones y en la dificultad para elaborar frases simples. El niño tiende a expresarse con gestos y muestra poca iniciativa y participación en las conversaciones sociales.

Retraso grave: los patrones fonológicos de estos niños se ven reducidos a un repertorio mínimo de consonantes (/m/, /p/, /t/, /n/), de vocales (/i/, /u/, /a/) y de estructuras de palabra CV (Consonante+Vocal, por ejemplo /ma/) y CVCV (por ejemplo /mama/). Utiliza palabras que funcionan como frases (holofrases) y habla telegráficamente (zapato-nene). La comprensión, por tanto, es difícil si no es con la ayuda de un contexto.

¿Cómo se diagnostica?

Las primeras personas que pueden sospechar que un niño puede tener un trastorno del habla o del lenguaje suelen ser aquellas que tienen mayor relación con él, normalmente sus padres o profesores de preescolar o de escuela primaria. Las habilidades en el lenguaje se miden usando herramientas de evaluación que determinan la capacidad del niño de construir frases y mantener las palabras en el orden correcto, el número de palabras en su vocabulario y la calidad de su lenguaje hablado. También hay una cantidad de pruebas específicamente diseñadas para diagnosticar estos casos y proponerle el tratamiento adecuado a la familia.