Partos respetados

Y parirás...con o sin dolor según tú quieras y en la postura que más te apetezca

La OMS vuelve a recordar la importancia de que sea la madre la que decida la analgesia en el parto

Y parirás...con o sin dolor según tú quieras y en la postura que más te apetezca
Y parirás...con o sin dolor según tú quieras y en la postura que más te apetezcalarazon

La OMS lo ha vuelto a hacer. Hablar del parto y explicar sus recomendaciones. Especialmente porque la tasa de cesáreas sigue subiendo y esto no es lo más recomendable, especialmente en países donde las condiciones sanitarias no son las más adecuadas ni idóneas.

La OMS lo ha vuelto a hacer. Hablar del parto y explicar sus recomendaciones. Especialmente porque la tasa de cesáreas sigue subiendo y esto no es lo más recomendable, especialmente en países donde las condiciones sanitarias no son las más adecuadas ni idóneas.

Y es que un parto ideal desde el punto de vista de la salud es aquél en el que la madre sufre la menor intervención médica posible. “Lo ideal sería dar a luz sin ayuda de ningún obstetra, de hecho la matrona es la persona indicada profesionalmente hablando para atender los partos”, tal y como señala Helena Eyimi, matrona. Sin embargo los partos son cada vez más medicalizados y cierta medicalización no siempre es necesaria.

La OMS considera que la verdadera protagonista del parto es la madre y es en ella en quién debemos fijarnos a la hora de realizar y llevar a cabo dicho parto. Que sea ella quién controle cómo manejar el dolor. Para ello ha elaborado una lista de hasta 56 recomendaciones (26 son nuevas), todas ellas destinadas a mejorar la salud de la madre evitando intervenciones médicas que no sean absolutamente necesarias. Entra ellas recuerda la importancia de que sea la madre quién decida en qué postura desea dar a luz. Incluida la postura vertical, que es, además, la más natural por razones de gravedad.

Este tipo de recomendaciones se hacen, de nuevo, ante la escandalosa subida e incesante de tasas de cesáreas que se hacen a nivel mundial. Algo que tiene su explicación en una alta intervención médica pero también como algo psicológico de la mujer. Tal y como explica Ibone Olza, psiquiatra infantil y perinatal y coordinadora del Instituto Europeo de Salud Perinatal: “hemos perdido la escucha de nuestro cuerpo y la comprensión del parto como algo normal en nuestra vida, parte de nuestra sexualidad. Las cifras actuales de cesáreas o de episiotomías se entienden desde lo social, no desde lo biológico. Hay muchos intereses de por medio, la medicina defensiva, el miedo al parto...Es una situación compleja sin un culpable claro, por eso propongo que como sociedad revisemos nuestra mirada al parto para mejorar el trato que damos a embarazadas, parturientas y bebés...”

El derecho a decidir cómo controlar el dolor durante el parto y a rechazar intervenciones médicas innecesarias son dos de las 26 nuevas directrices que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en su lista de Cuidados intraparto para una experiencia positiva de parto. Las recomendaciones –que se suman a las treinta ya vigentes– buscan poner a la mujer en el centro de la toma de decisiones durante el parto. Se estiman que hay 140 millones de nacimientos por año en el mundo y, si bien la mayoría avanzan sin obstáculos, en los últimos veinte años se han incrementado las intervenciones médicas.

“Queremos que las mujeres den a luz en un ambiente seguro, con auxiliares formados y en instalaciones bien equipadas. Sin embargo, la creciente medicalización de los procesos de parto está dañando la capacidad de las mujeres para dar a luz e impactando negativamente en su experiencia durante el parto”, expresó Nothemba Simelela, subdirectora general de la OMS para Familia, Mujer y Niños.

Según la OMS, en muchas ocasiones estas intervenciones no solo son innecesarias, sino que provocan que las madres tengan una mala o deficiente experiencia en su parto. Lógicamente esto hace que una de la que debería ser una experiencia inolvidable por única e irrepetible se convierta en un recuerdo doloroso y traumático. Doloroso a nivel psicológico

Se calcula que un alto número de mujeres sanas que estaban en proceso de alumbrar un bebé con toda normalidad, se les aplicó algún tipo de intervención, aunque el informe no aporta datos concretos. Las nuevas directrices ponen énfasis en la importancia de un parto no medicalizado, lo que incluye que la madre decida si quiere o rechaza el uso de la epidural y si la desea, en qué momento. La lista de recomendaciones hace hincapié en reconocer que cada trabajo de parto es único.

Entre las nuevas recomendaciones de la OMS, se incluyen acciones vitales para la tranquilidad de la madre como es el derecho a seleccionar un acompañante durante el parto, garantizar una atención respetuosa y que la madre sea considerada como sana para facilitar su participación como protagonista en el parto no generan grandes cambios en el sistema local. Las novedades se centran en la tasa de dilatación cervical, donde el organismo deja en claro que la medición de “un cm por hora” puede variar entre mujeres y, de darse más lenta dicha dilatación, no debe ser tomada como una indicación para acelerar el parto. “Siempre que las condiciones de la madre y del bebé sean normales, no es recomendable una intervención médica (ya sea oxitocina o cesárea) antes de los 5 cm de dilatación”, indica la OMS.

De la misma forma, no se recomienda la rotura de bolsa artificial (amniotomía), la limpieza vaginal con clorhexidina, la cardiotocografía (método de evaluación fetal), la medición de la pelvis, los enemas ni el rasurado pélvico o la aplicación de oxitocina u otra droga para acortar el trabajo de parto.

En relación a la segunda etapa de trabajo de parto, una vez completa la dilatación, la OMS deja en claro que no recomienda la episiotomía, ni la presión manual del fondo uterino. Por último, una vez que el bebé se encuentra junto a su madre, la OMS no está a favor de aspirar a los niños que respiran por sí solos. Sí aconseja dejar al bebé en contacto con la piel de la madre durante la primera hora siguiente al nacimiento para prevenir la hipotermia y promover la lactancia.