Real Madrid

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La decisión de Zidane con Bale y Rodrygo

Tiene a los dos listos y le toca elegir entre ambos para los partidos contra la Real Sociedad y el PSG. Es una elección trascendente

Euro 2020 Qualifier - Group E - Wales v Hungary
Bale ganó con Gales y vuelve a MadridANDREW BOYERSReuters

Bale, siempre Bale. El galés no deja de ser protagonista en el Real Madrid. Se vigilan todos sus movimientos, sus gestos, sus horarios para comprobar si está comprometido o si no. Con Bale no se discute sólo a un futbolista, se discute también una política de fichajes, es casi un símbolo y por eso se le estudia con tanto detenimiento. Se fue a los partidos de la selecciones tras no haber jugado con el Real Madrid y ayudó a Gales a clasificarse para la Eurocopa, lo celebró como merecía y con una bandera con mensaje. Mientras el ruido acerca de su celebración ha llenado horas de tertulias, en el Real Madrid han querido quitar importancia a un asunto que consideran es una ironía del futbolista a las críticas que ha estado recibiendo por jugar con su selección. Bale consigue mantenerse al margen de casi todo, sin que las críticas parezcan afectar su sangre fría. No lo han hecho nunca, ni cuando llegó y se habló de una posible lesión. Bale siempre ha ido al margen, haciendo que no entendía, a lo suyo.

Pero sí es cierto que le duele cuando no juega. Eso sí que lo ha dejado claro en más de una ocasión y su distanciamiento con Zidane viene de algunas decisiones del francés dejándole fuera del equipo titular en partidos importantes. En la primera época de Zidane, era Isco, y por tanto dibujar un equipo con un centrocampista más, lo que provocaba la suplencia de Gareth. Con Isco todavía fuera de foco, Bale, que empezó contando para el entrenador pese a que en verano parecía fuera del Real Madrid, se ha encontrado con otro rival. Ya no es problema de dibujo, es un problema de competencia. Bale no es intocable porque Rodrygo ha aparecido sin respetar jerarquías, dispuesto a hacerse un sitio en el once. Y ahora que ambos están listos, le toca a Zidane tomar una decisión con la que va a marcar lo que va a ser su nueva etapa en el Real Madrid.

Hasta ahora no ha tenido que decidir. Uno ha jugado porque el otro no estaba. Bale ha estado en siete partidos y suma 596 minutos. Rodrygo ha participado menos: 6 encuentros, 370 minutos, cuando el galés no estaba. Pero suma tres goles más. Con Hazard dueño de la banda izquierda, la pelea por ser el jugador de la derecha no es sólo de Bale y Rodrygo, también aparecen Lucas Vázquez (ahora lesionado) y Vinicius. Pero son los dos primeros quien parten en cabeza. Falta que Zizou decida quien es el número uno.

Real Madrid vuelve a la competición este fin de seman después del parón por selecciones enfrentándose a la Real Sociedad en el Bernabéu, uno de los equipos revelación de la temporada, y después le espera el PSG, también en casa Son dos partidos en casa, contra rivales fuertes, que van a marcar el nivel del Real Madrid tras su gran actuación en Eibar. Tras los partidos internacionales el francés tiene que medir también el cansancio.

Es verdad, además, que a Zidane le cuesta hacer cambios. Es un entrenador que siempre ha respetado mucho la veteranía y que, en caso de problemas, prefiere jugadores con experiencia y años. Son de los que se fía. Esta temporada la ha costado cambiar su forma de pensar, sin embargo da la impresión de que una vez que lo ha hecho, va a confiar en lo nuevo. El caso más claro es Valverde, que no tenía muchos números para jugar por delante de Isco, James o Modric, pero se ha convertido en la bandera del nuevo Real Madrid. .

La otra bandera, la otra señal de que este equipo es distinto al de París y al de Mallorca es Rodrygo. Hace poco era un futbolista que no estaba claro si formaba parte del primer equipo o del Castilla de Raúl, hasta que sus últimas actuaciones han dejado claro que no hay quien le mueva de la primera plantilla. Si Valverde se ha hecho un sitio porque con su despliegue y su dinamismo ha cambiado las constantes vitales del centro del campo, Rodrygo aporta otra cosa: entusiasmo, eso que tanto han estado echando de menos los aficionados blancos durante los últimos meses: es joven, es muy bueno y no le pesa para nada el escenario.