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Rusia podría quedarse sin ir a la Eurocopa y a los Juegos de Tokio 2020 por dopaje

El 9 de diciembre se conocerá la resolución. Le podrían caer cuatro años de sanción

El control antidopaje de los Juegos de Sochi, donde empezó la polémica / Ap
El control antidopaje de los Juegos de Sochi, donde empezó la polémica / ApLee Jin-manAP

El futuro deportivo de Rusia está más en el disparadero que nunca. El Comité de Revisión de Cumplimiento (CRC) de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) asegura en un informe que los datos que proporcionó el laboratorio ruso antidopaje de Moscú entre 2012 y 2015 estaban manipulados, no eran «auténticos», resultaban «incompletos» y en ellos se hicieron «algunos cambios».

Ante tal irregularidad, su propuesta es de cuatro años de sanción sin participar en ningún evento internacional. El día clave para la resolución definitiva es el 9 de diciembre, cuando se reúna el Comité Ejecutivo de la AMA en París. Rusia ya fue sancionada por dopaje de Estado en 2015, lo que condicionó su participación en los Juegos de Río o en los Mundiales de atletismo y de natación.

El nuevo varapalo puede suponer que el deporte ruso no esté presente en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de verano en Tokio 2020 y de invierno en Pekín 2022, en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Mundiales o en «cualquier otro evento organizado por una organización de eventos mayores», lo que podría incluir la Eurocopa 2020, para la que está clasificada. La sanción también podría incluir prohibir a Rusia ser sede de ningún evento, lo que sería un problema, ya que la Euro de fútbol multisede del próximo año tiene como uno de sus estadios el de San Petersburgo.

Como ha sucedido en los últimos campeonatos, los deportistas rusos sí podrían participar, bajo bandera olímpica como neutrales, si son capaces de demostrar «que no están implicados de ninguna manera» en prácticas de dopaje, es decir, si sus nombres no salen en el Informe McLaren, en posibles manipulaciones de pruebas ni en resultados positivos en análisis.

La reacción del Comité Olímpico Internacional (COI) es que apoyará «las sanciones más severas» porque es un «ataque a la credibilidad del deporte».