Los preocupantes números del Barça a domicilio esta temporada antes de visitar al Atlético

«Fuera de casa no estamos haciendo buenos partidos, y ya van cuatro», dijo Valverde a finales de septiembre, tras perder contra el Granada en Los Cármenes. «Fuera de casa estamos teniendo dificultades», admitió Valverde a principios de noviembre, después de perder a domicilio contra el Levante. Y el discurso no fue el mismo contra el Leganés porque el resultado cambió: en otro mal encuentro, el balón parado rescató a los azulgrana, que vencieron 1-2 en Butarque. En jugada apenas lograron crear una ocasión y media, hasta que al final el conjunto madrileño se descompuso y fue más fácil de coger a la contra. En total son siete partidos como visitante en Liga, y los números son preocupantes: tres victorias (la de Leganés; la de Getafe, con cierta solvencia; y la de Eibar, en el duelo más completo), un empate (contra Osasuna en otra mala jornada, otra vez encajando un gol nada más empezar) y tres derrotas (más allá de las dos contadas, contra el Athletic en el partido que inauguraba la Liga, en el que apenas generó peligro). En la Champions ha sido parecido, pero diferente: mal partido en Dortmund saldado con un empate gracias a que Ter Stegen paró un penalti y mala actuación en Praga contra el Slavia, de nuevo salvado por su portero, que fue quien dio la voz de alarma pese al importante triunfo: «Tenemos que hablar», dijo, una frase que suena fatal casi en cualquier situación.

Los números del Barcelona fuera de casa contrastan con los que está teniendo en el Camp Nou, donde son ocho victorias en ocho partidos (seis de Liga y dos de Champions), sin llegar a ser brillante, es un equipo más solvente ante los suyos. Pero esta vez visita el Wanda Metropolitano, uno de los campos más complicados de Primera, donde sabe que con una actuación ramplona como es lo habitual esta temporada no le va a dar. El puzle del técnico para tratar de asaltar el estadio del rival que ha competido con él hasta el final en las dos últimas ligas es en todas las líneas, menos en ataque, porque la baja de Dembélé deja claro que el tridente lo formarán Messi, Luis Suárez y Griezmann, en su regreso a «casa». El centro del campo es la línea que más quebraderos de cabeza está dando al técnico y quizá por eso, las carencias en el juego. De Jong es el único que está jugando siempre, y Busquets, casi siempre, aunque sea sustituido frecuentemente. El canterano es baja por sanción y la oportunidad la podría volver a tener Rakitic, que fue titular con éxito ante el Borussia, pese a que en el primer minuto tuvo una pérdida de balón muy peligrosa. Supo reponerse. Arthur o Arturo Vidal también entran y salen. El chileno suele ser un buen revulsivo, pero en una entrevista a TV3 ha asegurado que si no tiene más minutos buscará una salida. En defensa las lesiones de Semedo y Jordi Alba condicionan. Lo normal sería un Sergi Roberto, Piqué, Lenglet o Umtiti y Junior, que poco a poco se va soltando.