Amenazas y tensión en un desalojo en Vigo: “Te voy a romper la cámara”

Vigo vivió hoy una de esas mañanas tensas, que transcurre entre la incertidumbre y la certeza, estado de tensión propio, entre otras cosas, de un desalojo. En este escenario, la mujer que estaba siendo desalojada de una vivienda ocupada arremetió contra una de las periodistas que cubrían el suceso en la calle Pardavil al grito de "Te voy a romper la cámara". Un momento de tensión que incluyó, también, el lanzamiento de agua a los reporteros sin que, por fortuna, se registrasen heridos.

Los hechos ocurrieron a las 09.00 horas frente al número 64 de esta vía de la ciudad, donde se procedía al desalojo de una casa que llevaba años ocupada por miembros de una misma familia. El inmueble pertenece a una mujer residente en Alemania, quien delegó su representación legal en un apoderado que estuvo presente en el operativo y grabó en vídeo parte del suceso.

Según ha explicado este representante a la agencia Europa Press, la vivienda ha sido ocupada durante años de forma irregular por varias personas, todas ellas vinculadas familiarmente entre sí.

Pese a múltiples intentos anteriores de ejecutar el desalojo mediante mandatos judiciales, las actuaciones resultaron infructuosas: las órdenes eran nominativas, y al llegar los agentes a cumplirlas, los ocupantes eran distintos a los señalados en el procedimiento. “A la tercera ha ido la vencida”, resumió el apoderado con alivio.

En esta ocasión, la resolución judicial firmada por la jueza incluía una orden expresa para desalojar a cualquier persona que se encontrase dentro del inmueble, independientemente de su identidad, lo que permitió finalmente recuperar la propiedad. En el momento de la actuación, en la vivienda sólo se encontraba una mujer, que recibió la ayuda de dos varones para retirar sus pertenencias antes de abandonar el domicilio.

Fue durante este proceso cuando se produjo el enfrentamiento con los medios de comunicación. La mujer, alterada por la presencia de las cámaras, profirió amenazas verbales y lanzó agua contra los periodistas. La vivienda queda ahora bajo custodia del apoderado legal de la propietaria, tras años de intentos frustrados por parte de la justicia de ejecutar el desalojo.