Historia

Así es el castillo que defendió la ría de Ribadeo durante cinco siglos

Desde su origen en 1624 hasta su conversión en Centro de Interpretación, este fuerte ha sido un testigo clave de la historia militar y comercial del Cantábrico

Así es el castillo que defendió la ría de Ribadeo durante cinco siglos
Así es el castillo que defendió la ría de Ribadeo durante cinco siglos Turismo de Galicia

Erigido en 1624 para defender la entrada de la ría de Ribadeo, el Fuerte de San Damián es una fortificación moderna situada en un punto estratégico de la costa lucense. Diseñado inicialmente como una batería de tierra con capacidad para cincuenta hombres y ocho cañones, su construcción respondió a la necesidad de proteger el puerto y los astilleros locales frente a ataques de corsarios y flotas enemigas, especialmente en el contexto de la Guerra de los Ochenta Años.

La historia de la fortaleza está ligada al auge del puerto de Ribadeo desde la Edad Media. Ya en el siglo XII, bajo el impulso del conde Álvaro Rodríguez de Sarria y la infanta portuguesa Sancha Fernández, la villa alcanzó gran importancia. En 1182, el rey Fernando II la incorporó a la corona para resolver disputas eclesiásticas, trasladando incluso temporalmente la sede episcopal a Ribadeo. El puerto creció como centro comercial para Galicia y el occidente asturiano, convirtiéndose en núcleo económico de primer orden.

Fuerte de San Damián
Fuerte de San DamiánTurismo de Galicia

Durante los siglos XVI y XVII, la costa de Ribadeo fue blanco frecuente de incursiones. El hundimiento del galeón Santiago de Galicia en 1597 atrajo al empresario Jácome Juan de Polo, quien lideró la construcción de nuevos navíos para la Armada española en el astillero de Porcillán. Este hito convirtió a Ribadeo en el primer y único astillero gallego que construyó galeones de guerra. La amenaza holandesa impulsó la corona a intervenir militarmente por primera vez en la defensa de la villa, germen del posterior fuerte de San Damián.

El diseño actual del castillo se remonta a la gran reforma de 1763, obra del ingeniero militar Francisco Llovet. El nuevo trazado, triangular y con foso, incluía instalaciones para oficiales, soldados, munición y hasta diez cañones distribuidos en catorce troneras. Su importancia fue tal que en el mapa militar del Reino de Galicia de ese mismo año fue señalado como una de las fortalezas más relevantes de la costa norte, junto con la batería de Cedeira.

Antes de esta reforma, el fuerte ya había sido reconstruido en 1743 tras ser arrasado por tropas británicas en 1719. Aquel año, tres barcos ingleses irrumpieron en la ría, cañonearon la defensa local e impusieron a la villa un duro tributo para evitar el saqueo total. La debilidad defensiva revelada en ese episodio impulsó la reedificación urgente de la fortaleza bajo dirección de los ingenieros Juan Vergel y Arnold Hontabat.

Vista aérea del fuerte
Vista aérea del fuerteTurismo de Ribadeo

Durante los siglos XVII y XVIII, el fuerte jugó un papel clave en la lucha contra piratas y corsarios. El puerto servía tanto de refugio como de base de operaciones para corsarios vascos y, más tarde, locales. Comerciantes ribadenses llegaron a financiar navíos armados con patente de corso, como el Nuestra Señora del Carmen o La Casualidad, para capturar barcos enemigos y repartir el botín con la Hacienda Real.

A lo largo del siglo XIX, el Fuerte de San Damián no experimentó grandes cambios, pero continuó cumpliendo funciones militares en un entorno cada vez más enfocado al comercio. En el siglo XX, fue adquirido por el Ayuntamiento de Ribadeo en 1965 y declarado Bien de Interés Cultural en 1994. La rehabilitación más reciente ha permitido su transformación en el actual Centro de Interpretación del Fuerte, convirtiéndolo en uno de los mejores ejemplos conservados de fortificación moderna en la costa norte.