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Así es la Marbella del norte que ha enamorado a Richard Gere o Marta Ortega

Un paisaje de acantilados con playas para no olvidar se mezaclan aquí con la elegancia de un destino de lujo gobernado por un alcalde comunista

Oleiros.
Oleiros.Concello de Oleiros

Al llegar a Oleiros, el viajero se encuentra con una estampa inesperada: avenidas dedicadas a Dolores Ibárruri o Simón Bolívar y una enorme silueta del Che Guevara reciben a los recién llegados, impronta de un alcalde comunista en pleno enclave premium. Parece una contradicción, pero así es este rincón gallego apodado la “Marbella del norte”: un municipio con una de las rentas per cápita más altas de España, embellecido por la naturaleza y gobernado con espíritu igualitario.

Oleiros ha sabido cultivar un lujo sereno, sin ostentación, donde la riqueza se disimula entre jardines cuidados y villas escondidas. Acantilados abruptos, playas de ensueño, o sencillos chiringuitos conforman el panorama que ha convertido a esta zona de las Rías Altas en una de las más deseadas para pasar el verano o, simplemente, acercarse a comer y darse un chapuzón en el Atlántico.

Estatua del Che.
Estatua del Che. Wikipedia

Sus arenales –Santa Cristina, Bastiagueiro, Mera o Espiñeiro, entre otros– lucen bandera azul y atraen tanto a familias locales como a visitantes foráneos, que aprecian la limpieza de sus aguas y la atmósfera relajada.

Muy cerca, los acantilados de la Costa de Dexo surgen como un espacio natural protegido salpicado de cuevas marinas y vetas de cuarzo blanco entre las rocas. Desde esos miradores atlánticos se divisa la bahía coruñesa y el perfil urbano de A Coruña a lo lejos, pero aquí mandan el sonido de las olas y el mar.

De retiro veraniego a enclave exclusivo

Oleiros fue durante décadas un apacible conjunto de parroquias marineras. Su transformación comenzó cuando familias acomodadas construyeron casas de verano en Bastiagueiro, entre ellas los abuelos de Alejandra Silva, hoy esposa de Richard Gere. Incluso Franco elegía la playa para sus nietos.

Con el tiempo, Santa Cristina vivió un auge nocturno que dio paso a paseos marítimos y cafés más tranquilos. La cercanía a A Coruña atrajo a ejecutivos y empresarios que edificaron chalés con vistas al mar.

La expansión de Inditex reforzó esa tendencia: directivos como Pablo Isla o Sandra Ortega escogieron Oleiros como residencia. Hoy figura entre las localidades más ricas de España, aunque conserva aire de pueblo, parques impecables y un ambiente discreto.

Playa de Bastiagueiro, en Oleiros (A Coruña).
Playa de Bastiagueiro, en Oleiros (A Coruña). Turismo de Galicia

Paisajes y vida sosegada

La geografía está marcada por el mar: paseos costeros en Mera o Santa Cruz, el castillo en su islote, playas familiares y senderos entre pinos. Bastiagueiro es punto de encuentro para el surf, mientras que Lorbé mantiene viva la tradición mejillonera.

La oferta gastronómica combina lo refinado y lo popular: desde El Refugio, un clásico de mariscos que frecuentan vecinos ilustres, hasta las tabernas marineras donde se comen mejillones de batea. Aquí la vida nocturna se mide en sobremesas largas y atardeceres frente a la ría.

De este modo, Oleiros ha logrado conjugar prosperidad y sencillez, naturaleza y urbanismo cuidado. No hay ostentación ni turismo de masas, sino un estilo de vida pausado donde prima la calidad. Entre acantilados, paseos y villas escondidas, este municipio gallego confirma su condición de paraíso discreto del Atlántico: un lugar capaz de enamorar tanto a los vecinos de toda la vida como a celebridades de medio mundo.